La pandemia del Covid-19 ha rebasado lo esperado y muchas Pymes y MiPymes están sufriendo las consecuencias. La crisis económica derivada de la crisis sanitaria ha conseguido cerrar las puertas de una gran cantidad de empresas y negocios de todos tamaños. Los efectos han sido devastadores y las repercusiones siguen en su máximo resplandor.
La pandemia del Covid-19 ha arrasado parejo. La crisis económica ha tenido un impacto mayor del esperado. La crisis sanitaria se ha prolongado y la ola de contagios vuelve a su máximo auge. Los pronósticos a corto plazo no son muy esperanzadores y tanto micro como pequeñas empresas se están viendo obligadas a cerrar sus puertas, una vez más.
El sector empresarial ha sufrido graves repercusiones. La pandemia ha tenido un fuerte impacto sobre el mercado laboral. El gobierno federal intenta mitigar los efectos adversos, pero el porcentaje de empresas que ha recibido apoyo económico no es muy representativo. La contingencia sanitaria del Covid-19 provocó una caída importante en términos de ingresos y baja demanda, sin embargo, pocas compañías se han visto beneficiadas con apoyos financieros.
La emergencia sanitaria ha generado estragos en nuestro país. Un gran número de pequeños comercios se vieron obligados a cerrar sus puertas desde los inicios de la pandemia. Algunos tuvieron que poner en pausa sus actividades por miedo al contagio, otras por las restricciones sanitarias impuestas por el gobierno federal, y otras más por una caída pronunciada en sus ventas.
La actividad económica se puso en pausa hace ya algunos meses y el impacto en distintos sectores ha sido considerablemente alto. Las pérdidas económicas han sido monumentales. El sector turístico se ha visto sumamente impactado, tanto como el sector comercial y el sector de servicios. Muchos negocios cerraron sus puertas y las actividades no esenciales se detuvieron. La economía colapsó debido a los esfuerzos por mitigar los efectos adversos de la pandemia.
Todos necesitamos apoyo, aunque algunos más que otros. El país entero está en un momento crítico. El sector laboral está inmerso en una crisis económica que parece no tener fin. Las grandes empresas enfrentan un conflicto, pero los micro, pequeños y medianos negocios están en un riesgo mucho mayor. Las Mipymes necesitan apoyo de las grandes compañías, pero, al parecer, no lo están logrando.
Estamos viviendo una situación inusual. Estamos viviendo tiempos complejos y las micro, pequeñas y medianas empresas están sufriendo represalias. Estamos viviendo en un estado de emergencia económica que no parece resolverse a corto plazo, sin embargo, las entidades bancarias siguen ofreciendo préstamos para mejorar el perfil de pago de los acreditados. Este hecho es sumamente importante, pues parece ser la única manera en que las compañías lograrán retomar sus labores y reactivar sus actividades cotidianas en el futuro.
La pandemia del Covid-19 ha arrasado parejo. Los efectos que ha causado son una realidad y es necesario tomar medidas preventivas para hacer frente a esta difícil situación. Cada persona vive una realidad distinta, pero el tema del coronavirus nos involucra a todos por igual. Muchos mexicanos viven al día y no tienen la posibilidad de cerrar sus micro, pequeños o medianos negocios a pesar de que saben que pueden ser acreedores a sanciones. Muchos mexicanos ganan su día a día a través de sus ventas y no pueden detener sus labores, pues son el sustento de sus familias.
La crisis ha llegado en seco. Los estragos generados por el Covid-19 no parecen difuminarse a corto plazo. Muchas economías estatales dependen de micro, pequeños y medianos negocios, los cuales, evidentemente se están viendo fuertemente impactados. Las Mipymes parecen ser gran parte del sostén económico de diversos Estados de la República Mexicana y las medidas sanitarias implementadas por el gobierno no están siendo empáticas con este sector laboral.
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