Un gran reto
El panorama aún es confuso y turbulento. Las circunstancias son complejas y siguen latentes. La confusión está presente y el grado de incertidumbre crece día a día. La prueba que detecta la presencia del Covid-19 es un hecho; la vacuna está en vías de investigación. La parte sanitaria de la pandemia quizá tenga solución a corto plazo, pero, en materia económica, el panorama luce cada día más complicado.
El regreso a la estabilidad económica que existía en el mundo no se vislumbra a corto plazo. Según los pronósticos de los especialistas, el retorno a una normalidad financiera puede tardar meses o incluso años en hacerse realidad. El aspecto económico enfrenta una encrucijada difícil de resolver. El panorama pinta grave y complejo. Los recursos del gobierno no son infinitos y, a este paso, pronto tendremos que tomar medidas más drásticas.
Los daños causados por la caída de los mercados financieros son brutales. Tanto la economía formal como la economía informal están sufriendo estragos. El desempleo es una constante debido a la suspensión temporal de actividades de muchas empresas. Algunas compañías prometen no despedir a sus trabajadores, pero siempre queda la duda. Los trabajadores formales e informales perderán sus ingresos a medida que la crisis económica se haga más evidente. La solución para los empleos formales está en manos de las empresas. ¿Cómo se resolverá la crisis en los empleos informales? Recordemos que un alto porcentaje de la población mexicana se encuentra bajo este esquema. ¡Que difícil situación!
El panorama es turbio incluso para los expertos. Los pronósticos y las predicciones son al aire, pues el terreno financiero es incierto. Tanto las caídas de las bolsas mundiales como el decrecimiento son un hecho indiscutible que no parece estar en vías de solución. El desempleo forma parte de las estadísticas y va en incremento. El gobierno de nuestro país se enfrenta a un gran reto económico y social. ¿Qué nos espera?