¿Qué son las sociedades mercantiles?

¿Qué son las sociedades mercantiles?

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¿Te gustaría tener tu negocio propio de manera establecida? ¿Quieres crear una empresa de manera que te permita generar rendimientos y tener mejor estabilidad a futuro? ¿Te gustaría ser quién decide cómo y dónde se invertirá tu dinero al emprender? Las sociedades mercantiles son la forma en la que puedes volver esto realidad. El primer paso es tener una idea y poner manos a la obra. Reúne a tus socios y comienza esta aventura que es emprender, pero hazlo de manera informada y adecuada. Sigue leyendo para conocer más acerca de las distintas sociedades mercantiles que existen y cómo te benefician.

¿Qué son las Sociedades Mercantiles?

Si buscas emprender y comercializar, puedes hacerlo de distintas maneras. Existen distintas figuras en el mundo laboral que te permiten realizar y ofertar servicios comerciales. En México, puedes ser:

  • Persona física: Tú eres el trabajador y ofreces tus productos o servicios como persona.
  • Persona moral: Tú y un grupo de personas se reúnen para crear una empresa y ofrecer productos y servicios de forma conjunta.

Precisamente, esta segunda figura, es la que se conoce como sociedad mercantil. Esto se refiere a un grupo de personas, denominados socios, que se reúnen para aportar acciones y crear una empresa. De esta forma surge una entidad legal con personalidad jurídica propia, cuyo fin es realizar actos de comercio para cumplir con su objeto social. Este se refiere a cuál es la finalidad del emprendimiento, es decir, a qué se dedican y qué actividades realizan. Existen distintos tipos de sociedades mercantiles. Elegir la indicada recae en ciertas variables:

  • Si emprendes solo o con más personas.
  • De cuánto capital se dispone.
  • El tipo de administración que se busca.
  • El tamaño de la empresa y el volumen de ingresos y egresos.

Sociedades Mercantiles: SA y S de RL, emprender en conjunto

Existen muchas opciones de sociedades mercantiles. Los esquemas suelen variar según la conformación de las mismas y los requisitos que buscan tanto para iniciar como para operar. Las más comunes en México son las siguientes:

  • Sociedad Anónima (SA): Es la opción más conocida y permite a los socios responder únicamente con el capital aportado.
  • Sociedad de Responsabilidad Limitada (S de RL): Esta opción permite, como su nombre lo dice, que la responsabilidad de los socios se limite sólo al pago de sus aportaciones. Además se basa en un principio de confianza entre las partes asociadas.

Ambas opciones comparten un par de características para su creación:

  • Deben de tener un mínimo de dos socios (es decir, no puedes emprender en solitario). Sin embargo, tienen límites distintos de cuántos socios pueden participar.
  • En ambas debe de aportarse una cantidad del capital inicial, pero los montos pueden variar y establecerse en las actas constitutivas.
  • Ambas requieren de un fedatario público para llevar a cabo el proceso de constitución.

Existen diferencias en las particularidades de ambas, pero son opciones que te pueden ayudar a comenzar una empresa. Si quieres conocer más acerca de estas distinciones, para elegir mejor cuál te conviene, puedes acceder a los artículos que te dejamos arriba. Si quieres comenzar el proceso de constitución de tu empresa bajo alguno de estos esquemas, puedes ir a la página de la secretaría de economía y comenzar a revisar los requisitos particulares.

Sociedades Mercantiles: SAS, emprender en solitario

Ahora bien, existe otra opción más que te permite emprender de forma individual. Si quieres comenzar tu emprendimiento, pero no quieres o no tienes más socios, esta puede ser una alternativa. La Sociedad por Acciones Simplificadas (SAS) es un tipo de sociedad mercantil relativamente nueva que te permite acceder a la creación de empresas de manera más sencilla y rápida. Algunas de sus características son:

  • Se puede constituir con un solo socio o más.
  • No existe un mínimo de capital para iniciar.
  • No necesitas de un notario para realizar el trámite.
  • Puedes crearla de manera autónoma desde internet.
  • No requiere de un fondo de reserva.

Debido a estas características, se vuelve muy sencillo comenzar una SAS. Únicamente, debes tener en consideración que tiene un tope de ingresos. Mientras se mantenga por debajo de los 5 millones de pesos anuales, puedes seguir bajo este esquema, una vez que los superes, deberás cambiar. Sin embargo, para iniciar una empresa, los beneficios de accesibilidad y rapidez la vuelven una opción muy atractiva.

¿Cómo iniciar el emprendimiento?

Como puedes ver, existen distintas manera de comenzar en el mundo del emprendimiento. Todo se reduce a los planes que tengas y las opciones que mejor te convengan. Ya sea de manera grupal o de forma individual, te conviene tener una reserva personal para el momento en que decidas emprender. Puedes aprovechar tus ahorros en forma de inversión para generar esto.

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