Aseguradora

Una aseguradora, también conocida como compañía de seguros, es una empresa que se especializa en brindar servicios de seguridad. Las aseguradoras cubren ciertos riesgos económicos referentes a las unidades de consumo y producción y obtienen sus recursos a través de aportaciones voluntarias de personas expuestas a eventos económicos perjudiciales. Las aportaciones que reciben se van acumulando y son destinadas a quienes se ven en la necesidad de utilizarlos. 

Las aseguradoras buscan mitigar los riesgos naturales de la vida y trabajan siguiendo el principio de mutualidad y solidaridad entre grupos vulnerables. Una compañía se seguros construye patrimonios para enfrentar las vicisitudes de la vida y los riesgos que van surgiendo con el tiempo. La aseguradora ayuda a aminorar los riesgos y beneficia a los más desfavorables a través de contribuciones económicas de otros. 

Las compañías de seguros deben contar los recursos financieros suficientes para enfrentar riesgos, deben tener reglas claras que garanticen su solvencia y fungir como intermediarios financieros confiables. Las aseguradoras juegan un papel de intermediario entre los asegurados y los inversores y deben permanecer estables durante todo el proceso.

Una aseguradora debe asumir la cobertura de riesgos a través de la individualización y sus parámetros deben estar claramente establecidos. Es importante que tengan una clasificación adecuada de los posibles riesgos para poder evaluarlos y agruparlos con eficiencia. 

Las aseguradoras deben ser cautelosas y solo aceptar aquellos riesgos que no desequilibren sus actividades y deberán disponer, en todo momento, de un margen de solvencia suficiente, un patrimonio consolidado no comprometido y los recursos necesarios para cubrir con los requisitos de sus clientes. 

En suma, una aseguradora es un intermediario financiero que busca proteger a las personas a través de cuotas mensuales, conocidas como primas, que deberán realizar los asegurados. Su función principal es garantizar la resarcimiento de un capital para reparar pérdidas o daños.