¡Que enredo!
Las finanzas mexicanas parecen estar encaminadas hacia una dirección equivocada. La economía de nuestro país parece no tener pies ni cabeza. La situación económica de México es compleja y la visión del gobierno federal no parece ser del todo realista. Nuestro gobierno compara la economía mexicana con la economía canadiense y con la economía de Dinamarca, pero no bajo un lente realista. Nuestro primer mandatario parece ver un panorama un tanto distinto que el resto de la población y así está difícil que las cosas se terminen por acomodar.
El gobierno federal ha tomado medidas poco realistas en términos financieros y ha implementado estrategias sumamente pobres para mitigar los efectos económicos de la crisis actual. El gobierno federal ha implementado regulaciones poco eficientes para combatir la crisis financiera que nos circunda y los resultados no han sido los esperados. El presidente de nuestro país parece tener una visión distinta y sus prioridades no parecen ir acordes con la realidad que estamos viviendo.
El combate a la crisis sanitaria es esencial, el combate a la crisis económica es básico y el combate a la crisis del desempleo debería ser prioridad. Implementar medidas realistas podría ayudar al crecimiento económico de nuestro país, lo cual se veía directamente traducido sobre una disminución en los niveles de pobreza.
Nuestro presidente parece vivir bajo un esquema distinto, con prioridades diferentes y una visión un tanto nublada. La economía mexicana está en juego y no parece que vaya en vías de recuperación. Nuestra economía pende de un hilo y el crecimiento en los últimos tiempos ha sido prácticamente nulo. El guardadito se terminó y nuestro gobierno parece estar haciendo un uso inusual de los recursos del país. Los fondos con los que contamos parecen ser insuficientes y los pocos que hay parecen ir encaminados a cosas poco prioritarias.
En fin. Estamos viviendo una época llena de desafíos y el crecimiento económico de nuestro país no parece ir dando pasos hacia un mejor futuro. Necesitamos solidez. Necesitamos un plan de acción. Necesitamos estrategias contundentes que mermen los efectos catastróficos de las actuales crisis.