Pequeños cambios

Pequeños cambios

La base de unas finanzas personales sanas tiene que ver con nuestros hábitos y la disposición que tenemos ante el cambio. Conseguir unas finanzas personales sanas es viable, pero debemos mentalizarnos y estar preparados a modificar ciertos factores. Tener salud financiera es posible, pero solo nosotros sabemos la manera de hacerlo, pues hay numerosos estudios que demuestran que los seres humanos cambiamos nuestros patrones cuando tenemos una motivación intrínseca. 

Los seres humanos somos criaturas de hábitos y nos suele costar mucho trabajo modificar ciertos patrones financieros. ¿La razón? Modificar nuestros hábitos de gasto y consumo implica un gran esfuerzo, implica dedicación e implica aprender a ver el mundo desde otra perspectiva. Los seres humanos tendemos a tener rutinas fijas y a muchos se nos dificulta modificar nuestras estrategias. La rutina nos permite sentir seguridad, pero cuando nuestras finanzas personales pierden estabilidad, es momento de variar nuestras estrategias para cambiar el rumbo de nuestro destino financiero. 

Muchos nos escudamos tras el telón equivocado y pensamos que nuestra situación económica mejorará por simple arte de magia. Muchos pensamos que nuestra vida financiera se enderezará sola, sin darnos cuenta de que un simple cambio en la manera en que administramos nuestro capital podría hacer una gran diferencia. Muchos sentimos que tenemos asegurada nuestra calidad de vida, sin pensar que el futuro es incierto y los imprevistos pueden aparecer ante nuestros ojos. 

El futuro parece lejano y muchos optamos por cegarnos ante la realidad. El futuro parece distante y muchos no pensamos en ahorrar, invertir y construir un fondo para emergencias. La realidad es que el tiempo vuela y el futuro llega antes de lo que imaginamos, por lo que es fundamental que vayamos construyendo un terreno firme y vayamos evaluando nuestros hábitos financieros desde el inicio. 

Modificar nuestros patrones de conducta es complejo, pero, al final del camino podremos mirar atrás y darnos cuenta del gran valor que tuvo nuestro esfuerzo. Mantener estabilidad financiera puede generarnos cierta ansiedad, pero si encontramos la mejor manera, nuestra dedicación rendirá frutos a futuro.