Cápsula informativa: la razón del cambio constante de los billetes mexicanos

Cápsula informativa: la razón del cambio constante de los billetes mexicanos

Si te has puesto a pensar en ello, los billetes en México cambian constantemente. Seguramente puedes recordar cómo eran en tu infancia y hacer un recorrido mental por dos o tres ediciones diferentes que has conocido. Esto resulta curioso, ya que no sucede en todos los países. El cambio de los billetes responde únicamente a su diseño y su validez actual, no a su denominación ni a su valor en pesos. En este blog te explicaremos esta dinámica.

El Banco de México es la entidad que se encarga de emitir los billetes que circulan en el país y también decide cuando estos siguen siendo aptos para seguir circulando y cuando ya no lo son de acuerdo con una métrica de la percepción que tiene la población sobre a calidad del billete. Cuando se determina que hay muchos billetes maltratados o que ya hay muchos en circulación que perdieron su validez, el banco retira estos billetes y los destruye. Después, genera una gama nueva y la pone en circulación. Es curioso que dos tercios de la producción de la fábrica de billetes son para reponer el billete destruido.

Las gamas que se ponen en circulación se llaman familias de billetes y se renuevan constantemente para aumentar su seguridad e impedir su falsificación o, al menos, dificultarla. El diseño de los billetes está pensado para representar la identidad histórica y el patrimonio cultural de los mexicanos. Los anversos de los billetes representan los seis procesos históricos más relevantes de México: el México antiguo, la Colonia, Independencia, Reforma y Restauración, la Revolución y el México contemporáneo (siglo XX). Los dibujos de los billetes aluden a los seis ecosistemas presentes en nuestro país: ríos y lagos, bosques templados, selvas secas, matorrales y desiertos, costas, mares e islas y selvas húmedas.

También, el Banco de México cuenta con una estrategia para evitar la falsificación de los billetes que consiste en: incorporar en los billetes elementos de seguridad fáciles de autenticar y difíciles de imitar, difundir estos elementos entre el público usuario (campañas, medios, cursos, visitas), capacitar a los usuarios intensivos de efectivo, entre otras.

Conocer nuestros billetes nos ayuda a hacer un mejor uso del dinero y referendar su valor.