El precio del petróleo cae y China se beneficia
China sale beneficiado. La caída de los precios del petróleo ha tenido un impacto positivo sobre el lejano país. El Covid-19 ha tenido repercusiones a nivel mundial y cada nación está intentando sacar lo positivo de la situación. El Covid-19 ha generado una crisis global, una paralización de la economía y una disminución significativa en el ámbito de las importaciones. China parece estar acumulando petróleo en medio del embrollo generado por la crisis pandémica; logrando sacar provecho de las circunstancias.
Los países productores de petróleo están viviendo en un panorama complejo. La industria energética se está viendo negativamente afectada, pero para China, las cosas son distintas y el esquema pinta más positivo. Las importaciones de petróleo de China no se detienen y la caída de los precios permiten que pueda acumular el hidrocarburo. El panorama se ve claro, al menos por el momento. Los analistas expertos coinciden en que esta situación puede dar un giro y afectar los planes de China de convertirse en un país autosuficiente en términos energéticos, si se reducen los gastos en el desarrollo de la producción nacional.
El Covid-19 ha logrado un impacto económico importante y el crecimiento pronosticado para este año parece ser nulo. Para el país asiático las cosas parecen ser distintas, pues China entiende la caída de los precios del petróleo como una oportunidad de reforzar sus reservas. Los expertos en el sector concuerdan en que, si disminuye la inversión petrolera, tardará mucho tiempo en lograr que los niveles de producción vuelvan a la normalidad. Si aumenta la capacidad de almacenamiento, el gobierno tendría la posibilidad de importar una gran cantidad de barriles destinados a la reserva energética.
En fin, el gran país asiático parece ser el único beneficiado por la caída de los precios del petróleo. Aparentemente China importa alrededor de la mitad del petróleo que consume, pero, al parecer, sus planes se dirigen hacia la inversión en otro tipo de energía.
