Liquidez

Liquidez

La liquidez es la capacidad que tiene un activo de convertirse en dinero a corto plazo, sin la necesidad de reducir su valor. La liquidez es una característica esencial de los activos financieros y se mide en grados. El grado de liquidez tiene que ver con la velocidad que tiene un activo de venderse o intercambiarse por otro, por lo que es fundamental tomar en cuenta que, entre más líquido sea el activo, menores serán los riesgos y las posibilidades de que lograr venderlo o intercambiarlo serán mayores. 

La liquidez nos permite intercambiar activos por dinero en efectivo, por lo que debemos tomar en cuenta el grado de liquidez del mercado financiero para tomar decisiones más acertadas. Entre más líquido sea el mercado financiero en un momento determinado, más facilidad habrá de intercambiar o vender activos, convirtiéndolos en dinero. 

Además de los mercados financieros, las personas, tanto físicas como morales, también pueden tener liquidez. En estos términos, la liquidez se refiere a la capacidad de cumplir con sus obligaciones fiscales a corto plazo. Para tener claridad sobre la liquidez de una persona física o moral, es elemental dividir los recursos líquidos, conocidos como activos corrientes, entre las deudas previstas a corto plazo, conocidas como pasivos corrientes. Con este cálculo podremos darnos una idea del grado de liquidez y de la capacidad de enfrentar deudas.

Es importante tener presente que el activo con mayor liquidez es el dinero en efectivo (monedas y billetes), pero el dinero bancario no se queda muy atrás. Pero hay otras clasificaciones de activos que podemos hacer para entender la liquidez. De acuerdo con su liquidez, los activos financieros pueden clasificarse de la siguiente manera: dinero en curso legal, dinero en los bancos, deuda pública a corto plazo, deuda pública a largo plazo, pagarés, renta fija y renta variable.