La crisis laboral persiste, la economía mexicana aún es frágil y los conflictos derivados de la pandemia se hacen notar. El nuevo esquema laboral se mantiene presente, el caos del mercado laboral aún no logra asentarse y los dilemas financieros de nuestro país se siguen infiltrando en infinidad de hogares mexicanos.
La crisis laboral derivada de la pandemia se mantiene dentro de nuestro territorio y la nueva reforma hace cambios significativos sobre la manera de trabajar. Infinidad de empresas de incorporan a la ley que prohíbe la subcontratación laboral y un alto porcentaje de los empleados se ve afectado. Un sinfín de empleadores se reconcilian con las personas que laboran dentro de estas empresas, pero las condiciones son precarias y los salarios no son suficientes.
El esquema laboral cambió, buscando beneficiar a la economía mexicana, pero aún no salen a la luz los resultados esperados. Distintas empresas se protegen tras la eliminación de la subcontratación y comienzan a promover amparos, pues parecen estar inconformes con la modificación de la reforma y buscan estabilizar sus actividades.
La reforma para regular la subcontratación va avanzando y solo falta el paso final de la aprobación para hacerla válida. La economía mexicana podría verse beneficiada por estos cambios y, de ser aprobadas las modificaciones a la ley, solamente se permitirá la subcontratación laboral para obras o servicios especializados que no formen parte integral de una determinada empresa. Para que este tipo de contratación sea legítima, el contratista debe estar registrado en el padrón público.
La crisis del desempleo está desatada y el empleo formal sigue en las garras de la incertidumbre. La prohibición de la subcontratación es un elemento peligroso, pues podría terminar por destruir empleos y reducirá la competitividad de muchas empresas mexicanas. Prohibir la subcontratación del empleo formal podría generar grandes riesgos para la economía mexicana, pero nuestro primer mandatario sigue tomar las cosas en serio.
Estamos parados frente a una disyuntiva y los próximos días serán claves para el rumbo que tomará la economía de nuestro país. Estamos inmersos en un panorama sumamente complejo, pues una decisión equivocada podría llevar a nuestra nación a un espiral sin salida. Estamos sumergidos en un profundo pozo y las finanzas de nuestro país se siguen viendo afectadas. Nuestro gobierno debe analizar el panorama completo antes de elegir para no perjudicar a la economía de nuestro país más de lo que ya está.
El empleo en nuestro país ha sufrido un fuerte impacto y las repercusiones aún están latentes. La pandemia del Covid-19 no deja de aparecer en el sector y muchos trabajadores mexicanos se han visto en la necesidad de desligarse de sus empleos. El desempleo va al alza y con la crisis sanitaria en incremento, las cosas podrían ponerse peores.
Una nueva ola compleja se acerca a nuestro país. Un nuevo conflicto económico se avecina. Un nuevo golpe al mercado laboral está en puerta y con la eliminación de la subcontratación laboral, las cosas serán más complicadas que nunca. Recientemente se lanzó una iniciativa para prohibir la subcontratación laboral, lo cual, sin duda, tendrá efectos positivos y negativos, pero en cuestiones de empleo, el efecto posiblemente sea devastador.
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