Todo depende de los lentes tras los cuales miremos la realidad y la interpretación que le demos al ambiente que nos rodea. Todo depende de la perspectiva que tengamos de la vida y de los conocimientos que vamos adquiriendo. Todo depende de nuestros logros, de nuestros aprendizajes y la educación financiera que hayamos obtenido.
Hay cosas que damos por hecho y que pensamos que se van acomodando solitas. Hay cosas que damos por sentadas y que pretendemos que no necesitan de esfuerzo y dedicación. Hay cosas que van fluyendo y que no requieren de energía adicional, pero todo tiene un límite y llega el momento en el que debemos enfocarnos y poner en orden nuestras finanzas personales.
Podemos sentir que tenemos todo bajo control y de pronto cae un falso meteorito y nos sentimos devastados. Podemos sentir que nuestras finanzas personales están en orden y de pronto los factores externos nos sorprenden y todo se destruye. Podemos sentir que nuestro capital está asegurado y de pronto las circunstancias cambian y nuestra vida financiera se ve alterada.
Mantener nuestras finanzas personales en orden tiene grandes beneficios, pero no siempre es tan fácil mantener control. Conseguir que nuestra situación económica se mantenga estable tiene su chiste, especialmente en tiempos de incertidumbre y volatilidad financiera. Lograr que nuestros recursos permanezcan bajo control es viable, pero debemos implementar estrategias que vayan acordes con nuestro estilo de vida y hacer uso de herramientas que nos ayuden a alcanzar nuestras metas financieras.
Todo ser humano forma parte de un mundo integral en el cual las finanzas personales juegan un papel fundamental. Los seres humanos somos parte de un todo y nuestra salud financiera está entrelazada con nuestra salud física y mental. La salud financiera es esencial para completar nuestro día a día y entre más ordenados tengamos nuestros recursos, mejor será nuestra calidad de vida.
La salud financiera es esencial y entre antes la obtengamos, mejor. Solemos pensar que la salud física y la salud mental son fundamentales para la vida, pero pocas veces nos detenemos a pensar que la salud financiera es el complemento para formar la triada perfecta en la educación de nuestros hijos. Pocas veces tomamos en cuenta las finanzas personales en la vida de nuestros chiquitos, pues muchas veces no imaginamos que esas pequeñas mentes pueden ser tan poderosas.
Muchos aspiramos a una mejor calidad de vida, pero pocos sabemos por dónde comenzar. Muchos pensamos en implementar estrategias para mejorar nuestra situación económica, pero pocos tenemos claro el panorama. Muchos buscamos alcanzar la libertad financiera y vivir, finamente, sin todo ese estrés que nos provoca el desorden interno de nuestras finanzas personales.
El ahorro no es sinónimo de riqueza ni es un requisito tener grandes ingresos para conseguirlo. El ahorro puede comenzar a formar parte de cualquier persona sabiendo usar las herramientas y las estrategias adecuadas. El ahorro comienza con mentalizarnos a alcanzar una mejor calidad de vida y con comenzar a dar pasos hacia nuestros objetivos.
La incertidumbre nos permite abrir los ojos y nos ayuda a implementar planes que no teníamos pensados. Los golpes de la vida nos ayudan a entender nuestra propia realidad y nos dan pauta a dar pasos sobre vías distintas. La duda nos permite darnos cuenta de que nada es seguro y de que la certeza es relativa, pero nunca es tarde para adelantarnos a lo inesperado e implementar planes para vivir con mayor tranquilidad.
La salud financiera no está garantizada, pero podemos hacer todo lo posible por mantener estabilidad dentro de nuestros bolsillos. La salud financiera es un privilegio de quienes tienen auto disciplina, perseverancia, constancia y paciencia. La salud financiera puede llegar a los hogares más inesperados, pero debemos hacer consciencia y tomar decisiones con inteligencia financiera.
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