Vamos cayendo

Las decisiones del gobierno federal podrían no ser las adecuadas y quizá encaminen a nuestro país a una situación económica más compleja. La reforma energética podría perjudicar gravemente a nuestro país, hacer a un lado la confianza de los inversionistas nacionales y extranjeros y tener un efecto directo sobre las instituciones financieras públicas y privadas. Si la reforma avanza, los fondos de inversión podrían sufrir las consecuencias y ni se diga el efecto que podría haber sobre las Afores.