Simples cambios
Una vez que tenemos cubiertas nuestras necesidades básicas, el dinero no hará una gran diferencia en nuestra vida. Cuando logramos tener un mayor control sobre nuestras finanzas personales, nuestra calidad de vida incrementa, nuestros niveles de estrés disminuyen y nuestros días se vuelven infinitamente más pacíficos. En el momento en el que nos mentalizamos a tener una vida económicamente más estable, nuestras preocupaciones disminuyen, nuestro nivel de optimismo se dispara y la vida se torna más sencilla.