Hacia una mejor calidad de vida
El sentido común nos dice que las deudas son malas. El sentido común nos hace pensar que el endeudamiento es desfavorable. El sentido común nos genera la idea de que pedir préstamos, créditos y financiamientos nos traerá conflictos a futuro. La realidad es otra. La realidad es que hay deudas buenas y deudas malas. La realidad es que pedir ayuda cuando necesitamos contribuye tanto a nuestra salud financiera como a nuestra salud mental. La realidad es que si hacemos uso de un financiamiento de manera inteligente, nuestra calidad de vida puede mejorar considerablemente.