Todo depende del aparente rebrote
La economía mexicana siempre ha sido un tanto compleja, al menos en comparación con otros países. La economía mexicana ha ido evolucionando poco a poco; a veces ha estado dentro de las economías más fuertes y a veces se ha quedado atrás. La economía mexicana ha tenido mejores y peores rachas, pero si duda estos meses han sido los más complicados en décadas. De pronto las finanzas de nuestro país se derrumbaron y aquellas áreas que parecían ir marchando bien, comenzaron a mostrar señales de debilidad y aquello que funcionaba relativamente bien, comenzó a decaer.
La esperanza sigue en los aires, pero el camino hacia ella parece ser sumamente complejo. Nuestro gobierno no parece estar dando pasos por el sendero correcto. Nuestro gobierno no parece tener claras sus prioridades. Nuestro gobierno no parece tener un plan de acción ni los recursos suficientes como para impulsar el desarrollo económico de nuestra nación.
La situación se torna cada vez más compleja y no logramos poner un alto a la pobreza y al desempleo. Las circunstancias son cada vez más difíciles de abordar y siguen surgiendo retos que no logramos enfrentar. El Covid-19 sigue presente y las proyecciones a corto plazo indican que podría agravarse la crisis sanitaria. Si aparece un nuevo brote, nuestras finanzas podrían vivir nuevas repercusiones.
El panorama a corto plazo no parece ser muy alentador, ni en términos económicos ni en términos sanitarios. Las próximas semanas son críticas para determinar lo que le espera a la población mexicana. Algunos indicadores apuntan hacia un nuevo rebrote, lo cual podría traer consecuencias devastadoras en términos económicos.
La crisis que estamos viviendo no termina por resolverse y no vemos señales positivas en el futuro cercano. La crisis económica aún no parece ir en vías de recuperación, el mercado laboral aún no termina por asentarse, la crisis del desempleo sigue presente y la pobreza no parece ceder. Ya veremos lo que sucede; todo depende del aparente rebrote.