Todo depende de nuestra mirada
La economía global sufrió un golpe monstruoso cuando aterrizó la pandemia y los efectos han sido devastadores. Las finanzas mundiales dieron un giro radical, la volatilidad se hizo presente y los distintos países comenzaron a vislumbrar grandes pérdidas monetarias. Empresas de todos tamaños se vieron dramáticamente afectadas, sectores de todo tipo se fueron para abajo e infinidad de negocios quebraron. Pese a todo, algunos innovaron, implementaron nuevas estrategias y lograron sobrevivir.
La vida cambió de la noche a la mañana y la economía mundial se vio dramáticamente afectada. La volatilidad financiera salió a la luz, los mercados cayeron y se comenzó a tejer una gran maraña que no hemos podido desenredar. Quienes intentaron ver el panorama con una mirada optimista, encontraron un universo lleno de oportunidades dentro de la gran catástrofe económica y consiguieron dar los primeros pasos hacia la reactivación de la economía.
El tiempo pasó y el comercio electrónico fue ganando terreno. Algunos países de América Latina hicieron uso de sus habilidades y el comercio electrónico creció exponencialmente. Las ganancias han sido monumentales en el sector y se han ido permeando a otras áreas.
La pandemia también tiene su lado positivo y la vida podría ser más optimista tras este gran caos económico. Los hábitos de consumo han cambiado, las compras en línea van por delante y las prácticas comerciales se han llenado de libertad, pero todo tiene su chiste y, para seguir sobre esta línea, es fundamental que se construya una mejor infraestructura y que no perdamos de vista los pequeños y grandes detalles.
La vida cambió en un abrir y cerrar de ojos, la pandemia comenzó a penetrar en distintos sectores y el empleo de millones de mexicanos sufrió un fuerte impacto. La forma de trabajar cambió, el empleo formal fue disminuyendo y la informalidad fue ganando terreno. De acuerdo con datos arrojados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), hoy por hoy hay más asalariados y menos trabajos independientes, los empleadores crecieron y los trabajadores sin pago cayeron.
Los efectos económicos de la pandemia siguen, pero algunos sectores han sacado mayor provecho que otros. Algunos han conseguido ver oportunidades, mientras que otros siguen viendo como cae el telón; todo depende de nuestra mirada y de nuestra perspectiva.