Sin plan alguno

Sin plan alguno

Pasan los días y carecemos de un plan concreto para combatir la crisis económica que nos invade. Pasan las semanas y no logramos dar pasos hacia la recuperación económica de nuestro país. Pasan los meses y nuestro gobierno no parece ir sobre las mismas vías, provocando gran incertidumbre financiera, escases de estrategias realistas y pocas medidas para reactivar las finanzas mexicanas. 

El tiempo no se detiene y la economía mexicana sigue estancada. El decrecimiento económico de nuestro país es una realidad inminente y día a día aparecen nuevos elementos que consiguen frenar nuestra economía interna. La crisis del gas natural es un nuevo factor en juego, pues ha logrado infiltrarse en las operaciones de distintas empresas, armadoras, industrias y maquiladoras que no consiguen seguir sus actividades por falta de combustible. 

De acuerdo con la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), hay infinidad de compañías mexicanas que están en pausa debido a una falta de suministro de gas natural, mientras que otro tanto está operando bajo niveles sumamente bajos, y todo se reduce a malas decisiones gubernamentales que complican el panorama económico una vez más. 

Ha pasado poco tiempo y las pérdidas han sido monumentales. Las malas decisiones de nuestro gobierno han provocado una nueva crisis y las finanzas mexicanas se ven nuevamente afectadas. Distintas empresas están en pausa, otras han perdido el ritmo y no vislumbramos una solución efectiva a corto plazo. 

El impacto económico de la crisis del gas natural es evidente y va en incremento conforme pasan los días. No tenemos tiempo que perder, pues la economía mexicana sigue débil y un sinfín de sectores están en juego. Muchas empresas se han visto obligadas a frenar sus líneas de producción y no contamos con acciones inmediatas de apoyo.

Infinidad de empleos están en riesgo de perderse, consiguiendo que la crisis laboral se dispare nuevamente, que los niveles de pobreza aumenten y que la volatilidad financiera de nuestro país vuelva a hacerse evidente. Será imposible resolver la crisis económica sin un plan de acción concreto, pues se van sumando nuevos elementos y la bola de nieve sigue rodando.