Sin freno a la vista
La pandemia del Covid-19 tuvo grandes implicaciones y muchas economías se vieron afectadas. La crisis sanitaria desencadenó una catástrofe monumental y el mundo entero comenzó a temblar. Pasaron los días, las semanas y los meses y las afecciones siguieron.
Pasó el tiempo y el pequeño virus comenzó a viajar y millones de personas vivieron las consecuencias a flor de piel. Las finanzas globales se desestabilizaron y prácticamente ninguna economía se salvó. Las finanzas mundiales se tornaron sumamente volátiles y las grandes economías comenzaron a tambalear.
La crisis sanitaria desencadenó un caos monstruoso que tuvo un gran impacto sobre diversos sectores. El empleo cayó, los ingresos disminuyeron considerablemente y muchos micro, pequeños, medianos y grandes negocios sufrieron consecuencias irreversibles. La salud de muchas personas se vio afectada y la vida de un tanto más permanece en juego. Un pequeño virus llegó para causar un gran embrollo y la crisis económica sigue y aún no vemos luz al final del túnel.
Las consecuencias económicas han sido innumerables y las perspectivas de crecimiento para este año no son del todo alentadoras. La crisis financiera ha tenido implicaciones fuera de órbita y muchos países siguen en un terreno sumamente inestable. El caos económico se sigue infiltrando por donde va pudiendo y muchos no logran salvarse de esta terrible situación.
Nuestro país registró una contracción importante y no se vislumbra un gran avance económico en los próximos meses. El nuevo cierre de actividades no esenciales podría tener implicaciones monstruosas y podrían dejar cicatrices permanentes. Las nuevas medidas restrictivas que fueron implementadas hace unas semanas podrían dejar daños inquebrantables en la economía mexicana, pero debemos cuidar la salud de nuestra población y buscar la manera de contener los efectos sanitarios de la pandemia. Unas por otras.
En fin. El panorama a corto plazo no pinta muy positivo a nivel global. La contracción económica sigue y los efectos podrían ser irreversibles. Las repercusiones financieras de un pequeño virus van de vuelta y la crisis sigue sin freno a la vista.