Seguimos paralizados
La economía se paralizó y nuestro gobierno no supo actuar a tiempo. Las finanzas de nuestro país cayeron y los efectos comenzaron a surgir. Una crisis económica que ya existía se hizo más evidente y los riesgos empezaron a ser más notorios. El gobierno de nuestro país se fue acabando los recursos y el guardadito fue desapareciendo. Casi un año después, la crisis financiera sigue y las cicatrices han permanecido intactas.
Han surgido distintas iniciativas de reforma que no tienen sustento, se han presentado iniciativas de ley que no terminan por ayudar al crecimiento económico de nuestro país, se han intentado aprobar nuevas reglas para conseguir impulsar la economía mexicana, pero no se ha logrado concretar nada y seguimos paralizados frente a una catástrofe económica que parece no tener fin.
Las finanzas de nuestro país están estancadas, el decrecimiento es cada vez más evidente y los efectos de la debacle económica no dejan de aparecer. La crisis sanitaria crece, el desempleo incrementa y el apoyo gubernamental parece brillar por su ausencia. Infinidad de micronegocios intentan implementar medidas para no quebrar y el ingenio mexicano ayuda a elevar el optimismo.
Los problemas de política interna crecen, la crisis sanitaria aumenta y la economía mexicana sigue débil. El gobierno federal parece estar paralizado y no logra tomar vuelo para reactivar las finanzas de nuestro país. La recesión económica se hace cada vez más evidente y la pobreza comienza a resurgir. La problemática interna no tiene para cuando resolverse y la gran contracción de la economía suscitada el año pasado redujo la demanda de energía.
La crisis sanitaria es un hecho inminente y el proceso de aplicación de la vacuna va lento. De acuerdo con las proyecciones, al ritmo que llevamos, se terminará de inmunizar a la población en nueve años más. Nuestro gobierno no ha tomado las mejores decisiones, lo que ha provocado escasez tanto en términos sanitarios como en cuestiones energéticas. El gobierno federal ha ahuyentado la inversión y no ha conseguido volver a generar confianza en los inversionistas para impulsar el crecimiento económico de nuestro país.
No vamos por buen camino y seguimos paralizados.