La factura sigue aumentando
La situación financiera por la que estamos transitando no parece tener fin. Las circunstancias se complican con el pasar de los días y el tiempo corre sin detenerse. Las finanzas públicas de nuestro país están sumamente enredadas y no vemos la punta del hilo para desenmarañar las cosas. La economía mexicana está pasando por momentos sumamente complejos y aún no logramos ver luz al final del túnel.
Las finanzas públicas de nuestro país viven momentos de alta incertidumbre y día a día aparecen nuevos factores que nos ponen en riesgo. El desastre operativo y financiero que ha surgido dentro de Petróleos Mexicanos (Pemex) ha causado una gran presión para nuestra economía y los efectos se hacen más presentes cada día. El endeudamiento de Pemex es monumental y la única solución viable es lograr que la petrolera mexicana tenga oportunidad de hacer una reestructura dentro de sus finanzas para evitar futuros incumplimientos.
Pemex no parece estar actuando de la manera más acertada y por eso llegó a niveles tan altos de endeudamiento. La petrolera mexicana no parece estar actuando bajo el esquema más adecuada, pues colocó bonos en los mercados internacionales con un rendimiento relativamente alto, al menos a comparación de las tasas de interés globales. Las finanzas de Petróleos Mexicanos se van deteriorando con el paso del tiempo. La administración interna de Pemex va cayendo y los efectos incrementan cada vez más para el gobierno federal.
Aún no sabemos qué sucederá en los próximos meses, pero las proyecciones se inclinan hacia una caída en los precios del crudo. La petrolera mexicana busca asegurar los ingresos gubernamentales ante la incertidumbre mientras negocia las coberturas petroleras.
Las circunstancias se enredan más cada día y todo comienza a caer sobre el gobierno federal. La pérdida de confianza en términos de inversiones ha tenido efectos devastadores sobre las finanzas de nuestro país. Pemex ha incrementado los costos ante el gobierno federal y la factura sigue aumentando.