El círculo vicioso continúa
México enfrenta grandes retos y cada día que pasa aumentan los desafíos. Nuestro país está atravesando por una crisis económica monumental y las estrategias que se han impuesto no han sido del todo adecuadas. Muchos consideran que la única manera de salir de este profundo pozo en el que hemos caído es invertir un porcentaje del Producto Interno Bruto para impulsar el crecimiento económico de nuestra nación.
El panorama no parece ser del todo atractivo, al menos no a corto plazo. Nuestro país está pasando por distintas crisis a la vez y los pronósticos no apuntan hacia grandes mejorías en el futuro cercano. Si no implementamos medidas contundentes que logren erradicar los grandes conflictos de nuestra nación, nuestra economía podría sufrir una nueva caída. Si no conseguimos poner en marcha programas que impulsen la economía mexicana y que incentiven la creación de nuevos empleos, la pobreza seguirá aumentando y muchas familias mexicanas se seguirán uniendo a ella.
Muchos analistas expertos en el tema coinciden en que la economía mexicana debería estar yendo por mejores vías, pero las malas decisiones de nuestro gobierno han dejado mucho que desear. Muchos especialistas consideran que necesitamos volver a generar confianza en la inversión, disminuir los niveles de incertidumbre y crear un ambiente fuerte con reglas claras.
Nuestro país está pasando por momentos sumamente complejos y las distintas crisis que enfrentamos están dejando grandes repercusiones. La crisis sanitaria está más presente que nunca y muchos aún no la toman como una realidad. La crisis económica crece con el paso de los días y se lleva de corbata a millones de mexicanos que buscan salir adelante. La crisis del desempleo está en su máximo esplendor y las consecuencias a futuro seguirán si no tomamos cartas en el asunto.
Hay nuevas medidas restrictivas en puerta que podrían afectar dramáticamente a la economía de nuestro país. Un nuevo brote podría implicar un nuevo confinamiento, lo cual se traduciría en una nueva caída en la economía mexicana. Nuestro país no está preparado para aguantar un nuevo cierre económico, pero estamos inmersos en un espiral sin salida y el dilema sigue en nuestras mentes. No parece haber solución viable a corto plazo, pues una crisis lleva a la otra y el círculo vicioso continúa.