Conocemos la receta, pero no la concretamos
Buscamos erradicar la desigualdad y mitigar los efectos de la crisis económica, pretendemos que la situación financiera de nuestro país mejore y evaluamos el panorama para ayudar a los más desprotegidos. Examinamos nuestro entorno y buscamos elementos que nos permitan avanzar, pero la vulnerabilidad permanece, la volatilidad financiera no de detiene y la desprotección sigue invadiendo un sinfín de hogares mexicanos.
El gobierno federal presume estrategias que no logra concretar, mientras busca la manera de igualar oportunidades para atender a las familias más desprotegidas. Nuestro primer mandatario aparenta buscar soluciones viables para terminar con la pobreza de nuestro país, pero el apoyo no ha sido suficiente, los programas sociales no han surtido el efecto adecuado y la crisis económica se mantiene en pie.
Parece haber áreas de oportunidad, pero la situación económica de nuestro país sigue inestable y no encontramos la manera de terminar con ella por completo. Buscamos factores que nos ayuden a reducir los profundos daños económicos causados por la pandemia, pero estamos inmersos en una maraña gigantesca y no logramos desatar los nudos.
No parece haber un sistema que permita asegurar a los más vulnerables, regresar la esperanza a los hogares mexicanos y atender a la población más frágil. El gobierno federal no consigue implementar las estrategias acertadas, el plan de vacunación contra el Covid-19 no ha sido del todo eficiente y saber la receta sin poderla concretar nos hace dudar cada vez más.
Si queremos terminar con la crisis económica, debemos mantenernos vivos para utilizar el capital de manera inteligente, pues disponemos de recursos y pronto tendremos algunos más, pero una mala jugada podría llevarnos a la ruina financiera. El nuevo presupuesto pretende cubrir con las emergencias de nuestro país, mitigar los efectos de la pandemia y brindar apoyo a los más necesitados, pero las palabras siempre parecen ser más sencillas que los hechos. Ya veremos que sigue.