Bienes concretos
Recibimos un buen porcentaje monetario, logramos comprar divisas al Banco de México (Banxico) y conseguimos pagar parte de la deuda externa. Avanzamos hacia una economía más estable, nuestra visión parece ser más optimista y el clima financiero de nuestro país se va aclarando. Disponemos de dinero otorgado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el primer mandatario de nuestro país da a conocer la cifra exacta, buscando atraer la atención de los inversionistas.
El escenario económico se va aclarando, el mundo nos voltea a ver, nuestro país comienza a invertir los Derechos Especiales de Giro (DEG) y pretendemos enfrentar los grandes retos que tenemos en la mira. La economía mexicana va avanzando por vías más certeras, aparentamos una realidad más sólida, pero aún tenemos un largo trecho por recorrer, por lo que debemos utilizar las reservas de manera inteligente.
El monto otorgado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) es alto, pero debemos utilizarlo con cautela, hacer un uso consciente del dinero y hacer frente a la inflación. Es indispensable que analicemos la situación económica de México a detalle, que tomemos en cuenta todos los factores que tenemos a la vista y que intentemos cortar la crisis financiera.
Las estadísticas apuntan hacia una economía más equilibrada a corto plazo, pero debemos tomar las cosas con reserva y mantener las antenas paradas para resolver las grandes problemáticas que se han ido instalando en nuestro territorio. Es fundamental que encontremos la manera de erradicar la pobreza, de solucionar la crisis del desempleo y de detener las fugas de capital. Es esencial que logremos mitigar el impacto de la inflación y que encaminemos a las finanzas mexicanas por vías más rectas.
Hay nuevos empleos, pero no logramos resolver la crisis de fondo. Muchas empresas buscan volver a contratar a su personal, pero las condiciones no son óptimas. La crisis laboral permanece, la recuperación del empleo no está del todo resuelta y el salario de millones de trabajadores mexicanos está comprometido. La recuperación del empleo va avanzando, pero a costa de una reducción en las prestaciones laborales, una protección social disminuida y contratos al aire.
Aterrizan nuevos recursos en nuestro territorio, pero debemos utilizarlos con inteligencia financiera y dirigirlos a beneficios concretos para la economía mexicana.