Bajo crecimiento, menos inflación para México
(1 de noviembre)
Diversos analistas del sector privado ajustaron nuevamente su pronóstico para el desempeño de la economía en este año y el próximo, ante los recientes resultados más débiles que lo esperado, lo que a su vez se reflejó en bajas en las previsiones sobre cómo ha evolucionado la inflación.
Los economistas de 42 grupos análisis de bancos y casas de bolsa encuestados en esta ocasión por el Banco de México recortaron, por sexta vez seguida, su estimado para el crecimiento del producto interno bruto nacional (PIB), en esta ocasión de 0.46 a 0.2%.
La nueva expectativa de crecimiento es la más débil desde que el Instituto Central empezó a recabar esta variable entre los analistas y responde, aparentemente, a factores locales, principalmente la inseguridad pública.
De acuerdo con los encuestados, la mayor preocupación está relacionada con aspectos de gobernanza, principalmente la inseguridad pública, que tuvo la lectura más alta desde que el Banco de México registra esta variable. A la gobernanza siguieron las condiciones económicas internas, y luego las externas, como los principales obstáculos para el crecimiento.
Con el nuevo ajuste, los analistas no hacen sino reflejar el mal momento que vive México en materia económica, tal como quedó registrado esta semana en el crecimiento de apenas 0.1% entre julio y septiembre frente a los tres meses previos. Incluso, en los primeros nueve meses del año, México acumuló un crecimiento nulo frente a los tres primeros meses de 2018, conforme a cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
“El desglose por el lado de la oferta muestra que los servicios se han desacelerado y que la industria todavía se está contrayendo”, señaló Carlos Capistrán, economista para Canadá y México del Bank of America Merrill Lynch (Bofa). Por su parte, las previsiones para el año próximo no fueron más optimistas y sufrieron su octavo recorte seguido, al pasar de 1.38 a 1.2%.
Para el economista de Bofa, México podría tener un mejor año en materia económica durante 2020, aunque depende de que algunos factores observados en el horizonte se resuelvan favorablemente, como la llamada guerra comercial entre China y Estados Unidos o si se confirma la esperada ratificación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
“Los riesgos al alza son que las exportaciones repunten o que disminuya la incertidumbre en México”, agregó Capistrán. “Los riesgos a la baja son un aumento de la incertidumbre en el extranjero o en el país, junto con una menor producción de petróleo”.
En el aspecto positivo, la debilidad esperada en materia de crecimiento provocó a su vez que las estimaciones en materia de inflación también fueran ajustadas a la baja, debido a que no se advierten presiones por el lado de la demanda.
Los economistas encuestados redujeron su pronóstico para la inflación este año de 3.07 a 3%, la menor desde que se recaban estos datos y en línea con la meta del Banco de México, mientras que la expectativa de inflación permaneció por segundo mes seguido en 3.5%.
La combinación de desaceleración económica y una inflación que está cerca de la meta aumentan las probabilidades de un nuevo recorte de tasas por parte del Banco de México.
Otro factor que también favoreció las expectativas inflacionarias fue la mayor fortaleza esperada en el mercado cambiario en este año, no así en el próximo.
Los analistas encuestados por el Banco de México redujeron por segundo mes consecutivo su pronóstico para el valor del dólar a finales de 2019, ahora de 19.75 a 19.7 pesos, y para el año entrante lo bajaron de 20.32 a 20.1 pesos por divisa estadounidense.