Atando cabos
El impacto de la pandemia sobre el mundo laboral ha sido monstruoso y muchas micro, pequeñas y medianas empresas de nuestro país se han visto gravemente afectadas. La economía de muchos micronegocios se ha visto destrozada y un gran número se ha visto en la necesidad de cerrar sus puertas de manera permanente. Algunos otros han sobrevivido, pero no han conseguido recuperar las grandes pérdidas monetarias y recientemente se manifestó que alrededor de un cuarto de las Pymes y MiPymes mexicanas tendrán que retrasar el pago de sus deudas debido a la pandemia.
La crisis sanitaria sigue presente y se ha ido haciendo más evidente en el mercado laboral. Los efectos económicos del Covid-19 han ido incrementando y la recuperación ha sido más compleja para las micro, pequeñas y medianas empresas mexicanas. Los estragos de la pandemia no han logrado desaparecer a pesar de la reactivación de algunas actividades, y ni el proceso de vacunación ha conseguido disminuir el golpe pandémico.
El proceso de aplicación de la vacuna contra el Covid-19 ha ayudado a recobrar fuerzas y a recuperar parte de las pérdidas causadas por la pandemia, pero vamos dando pasos al vacío, pues no hay estrategias claras y el camino no ha sido tan eficiente como esperábamos. Pese a todo, muchas empresas mexicanas han recibido un impacto positivo y van avanzando rumbo a la recuperación.
El choque económico de la pandemia ha sido monumental y el gobierno federal no ha tomado las cosas con la seriedad que merecen. La falta de apoyos ha sido evidente y pocas empresas han recibido los incentivos gubernamentales necesarios. El proceso de recuperación empresarial va caminando, pero los pasos han sido lentos y han ido apareciendo baches en el trayecto, pues no logramos encontrar el sendero adecuado y muchos micronegocios siguen inmersos en un laberinto sin salida.
El mundo laboral ha sido complejo en materia económica y los efectos de la pandemia no han ayudado mucho, pero vamos atando cabos y eventualmente lograremos recuperar lo perdido.