Una perspectiva distinta
Una meta que nos une a todos tiene que ver con alcanzar la independencia financiera. Para muchos parecería algo imposible, pero es viable y más sencillo de lo que pensamos. El trabajo cotidiano es indispensable para lograr una estabilidad económica. Una vez logrando estar en un equilibrio financiero, existe la alternativa de dedicar nuestro tiempo y esfuerzo a otras actividades, y solo complementarlas con jornadas laborales. Una vez que consigamos cierto nivel económico, es factible considerar la opción de lograr ahorrar e invertir sin la necesidad de trabajar durante largos años.
La edad de retirarnos llega, sí o sí. Para algunos la jubilación llega antes que para otros. Todo depende de las circunstancias de vida y los objetivos que queramos alcanzar. Una jubilación temprana es viable si se implementan las estrategias adecuadas. Recordemos que la manera en que organizamos nuestras finanzas es individual, por lo que cada persona aplica estrategias y herramientas distintas.
La sociedad nos imparte un sinfín de reglas y leyes con las que, aparentemente, debemos cumplir. Sin embargo, el respetar nuestra singularidad es una pieza clave para lograr éxito en términos financieros. Para lograr una independencia financiera, es vital tener claros nuestros ingresos, egresos y gastos. El saber en qué gastamos y porqué lo hacemos es esencial. Una vez que tomemos la decisión de gastar menos, el panorama se volverá mucho más amplio y habrá un mundo de posibilidades de las cuales podremos sacar provecho.
Tener plena consciencia de nuestros gastos es crucial. Detectar nuestros gastos necesarios y nuestros gastos innecesarios es fundamental, pues un centavo que se malgaste hoy puede hacer falta mañana. Es elemental tener un empleo, pero el esquema de empleo varía de persona a persona. Evidentemente necesitamos ingresos, pero siempre hay dos lados de la misma moneda y siempre hay distintas maneras de ver la vida. Por supuesto que es indispensable tener un trabajo y uno con el cual logremos cubrir nuestras necesidades, pero si además lo disfrutamos, el beneficio es doble.
El ahorro es un tema que no podemos dejar a un lado. Si nuestro proyecto de vida no es trabajar hasta el final, ni trabajar de la manera tradicional, debemos considerar el ahorro como prioritario. La idea es ahorrar lo más posible en el presente para que en el futuro solamente tengamos que complementar aquello que nos hace falta. A fin de cuentas, la vida es para disfrutarse, pero ahorrar e invertir son elementos clave para lograr unas finanzas personales sanas mientras la vida corre su propio curso.