Todo comienza con nuestra percepción

Todo comienza con nuestra percepción

Todo comienza en la mente. Todo comienza con un pensamiento. Todo comienza con el valor y el significado que le demos a las cosas que nos rodean y al entorno que nos envuelve. Nuestras finanzas personales están atadas a un sinfín de emociones. Nuestras finanzas personales tienen el peso y el significado que les demos. Nuestras finanzas personales pueden estabilizarse con tan solo mirarlas desde otra perspectiva y manejarlas de manera distinta. 

La relación que tenemos con nuestro entorno surge de una percepción interna. La relación que tenemos con nuestras finanzas personales, también. Nada es bueno ni malo, todo es como es. Muchas personas tienden a anclarse a una percepción antigua, a un pensamiento que ya no tiene el mismo valor y que solo genera una sensación de malestar. Cuando pensamos que nuestro capital no es suficiente, quizá solo estamos haciendo uso de estrategias que ya no nos funcionan. Cuando pensamos que nuestro capital no nos alcanza, quizá solo estamos administrándolo de manera incorrecta y viéndolo con la lupa equivocada. 

Podemos reforzar nuestras creencias positivas. Podemos pensar en aquello que ya no nos hace sentido y transformarlo en un nuevo pensamiento. Podemos ver nuestras finanzas personales con unos lentes distintos y aprender a administrarlas diferente. Si buscamos generar más ingresos, debemos encontrar fuentes alternas. Si buscamos una mejor calidad de vida y una estabilidad financiera, debemos comenzar a formarnos el hábito del ahorro. Si buscamos que nuestro capital crezca, debemos comenzar a hacer pequeñas inversiones. Si buscamos cambiar nuestra situación económica, debemos adquirir nociones básicas de educación financiera.

Nuestra percepción de las cosas no necesariamente va acorde con la realidad. Nuestra sensación ante la vida no necesariamente es real. Los sentimientos y las emociones que nos generan determinadas circunstancias pueden modificarse si las hacemos conscientes. Si buscamos alcanzar libertad financiera e independencia económica, debemos centrarnos en una cultura financiera sana. Una cultura financiera sana nos permitirá hacer uso de instrumentos financieros, así como herramientas y estrategias que nos encaminen hacia una mejor calidad de vida.