Rompiendo malos hábitos
Los malos hábitos financieros tienden a bloquearnos el camino hacia el éxito. Los malos hábitos financieros no nos permiten dar pasos acertados. Los malos hábitos financieros tienen que ver con gastar más de lo que ganamos, endeudarnos sin razón y vivir en una burbuja de estrés que resulta imposible de romper. Los malos hábitos financieros tienen que ver con dejar nuestros sueños en el aire por no establecer metas concretas, pero los malos hábitos financieros se pueden transformar en algo positivo y nos pueden encaminar hacia la estabilidad económica.
Para conseguir la estabilidad económica, lo primero que debemos hacer es intentar romper patrones negativos y comenzar a pensar en un plan de acción que vaya acorde a nuestras necesidades y posibilidades. Debemos definir un propósito claro y específico que nos impulse a alcanzar nuestras metas financieras. Debemos escribir o dibujar ese propósito, pues numerosos estudios muestran que el plasmar nuestras ideas físicamente nos ayuda a lograrlas.
Ahora sí, comencemos a ahorrar y formemos parte de la cultura del ahorro. Los hábitos de ahorro sanos son esenciales y requieren de auto disciplina y motivación. Destinar un porcentaje de nuestros ingresos al ahorro es fundamental para empezar a caminar por el sendero adecuado. Es crucial estar al tanto de nuestros ingresos y egresos, así como tener control sobre nuestros gastos. Un presupuesto es vital para tener un mayor control sobre nuestras finanzas personales.
Teniendo consolidado el hábito del ahorro, comencemos a invertir. Las inversiones son esenciales, pues es la única manera de poner nuestro capital a trabajar. Cuando nuestro capital genera retornos y rendimientos, crecemos financieramente y vemos frutos derivados de nuestro esfuerzo. Planificar es clave, y proyectar a futuro es fundamental. Con auto disciplina, organización, motivación y las estrategias adecuadas, lograremos tomar decisiones inteligentes que nos empujen hacia el éxito financiero.