Los padres de familia nos aferramos a dar una buena educación a nuestros pequeños, pero pocas veces tomamos en cuenta que la educación financiera es igual de importante. Las niñas y niños deben aprender modales, adoptar patrones de comportamiento adecuados y obtener aprendizajes escolares, pero no debemos dejar atrás la relevancia que tiene la educación financiera en sus vidas.
El pensamiento humano es sumamente complejo y las prioridades varían de persona a persona. Cada individuo es responsable de su propia situación económica y de la forma en que maneja su capital, sin embargo, la educación financiera es clave y entre antes nos subamos en el tren adecuado, mejor será nuestra calidad de vida.
Nuestra economía personal puede sufrir un golpe en cualquier momento, por lo que es elemental que estemos preparados y que conversemos con nuestros pequeños sobre la importancia que tiene el dinero en nuestra vida. Nuestras finanzas personales pueden sufrir una fuerte sacudida sin previo aviso, por lo que es vital que tengamos un panorama claro sobre el terreno que pisamos y tengamos un colchón para hacer frente a las vicisitudes de la vida.
La vida está hecha de una suma de pequeños hábitos que nos ayudarán a enriquecer nuestros días. La vida está formada de pequeños instantes que se van acumulando y nos van construyendo como seres humanos. La vida se va tejiendo paso a paso y todo aquello que vamos internalizando nos va permitiendo crecer, mejorar y sacar lo mejor de nosotros mismos.
Ahorrar suele ser parte de nuestros planes financieros, pero nos siempre conseguimos hacerlo. El ahorro es parte de nuestra salud financiera y, al conseguir un camino exitoso, solemos motivarnos y seguir dando pasos hacia la independencia económica. El ahorro es esencial para mantener nuestra estabilidad financiera y para sentir plenitud en lugar de estrés, y adquirir ciertos conocimientos básicos nos ayudará a alcanzar nuestros objetivos.
Todos tenemos una relación con el dinero, aunque la de algunos es mejor que la de otros. Todos nos relacionamos con nuestro capital en el día a día, aunque no todos tenemos los conocimientos financieros adecuados. Todos hacemos uso del dinero, aunque cada etapa de la vida nos conlleva a un manejo distinto, por lo que tener una educación financiera sólida es clave para dar pasos con certeza y tomar decisiones con conciencia.
No solemos pensar que necesitamos una buena educación financiera hasta que realmente nos vemos inmersos en un conflicto. No solemos entender la importancia que tiene la educación financiera en nuestra vida hasta que nos topamos con pared y nos sabemos que vía es la adecuada. No solemos darnos cuenta de lo relevante que es contar con una sólida educación financiera hasta que los conflictos financieros nos rebasan y nos sentimos entre la espada y la pared.
Todo se va juntando y de pronto explotamos. La olla se va llenando y de pronto se desborda el agua. Los problemas financieros se van acumulando y de pronto ya no tenemos cabeza para pensar y nos cuesta trabajo ver el panorama tal cual es. Poco a poco nos vamos sumergiendo en nuestros propios pensamientos, poco a poco nuestra mente se va contaminando de conflictos imaginarios, poco a poco nuestras decisiones se ven secuestradas por malas decisiones y nuestros conflictos financieros crecen.
Cuando somos jóvenes, no tendemos a darle mucha importancia al futuro, pues sentimos que tenemos la vida asegurada y podemos nuestro bienestar al frente de todo. Cuando somos jóvenes, no tendemos a visualizar nuestros pasos a largo plazo, pues pensamos que tenemos todo bajo control y que la vida permanecerá en pausa. Cuando somos jóvenes, tendemos a olvidar las cosas importantes de la vida, pues sentimos que nuestra satisfacción inmediata va primero y que el estrés financiero nunca llegará a nosotros.
El estrés es parte de la vida de cualquier ser humano y nace naturalmente ante situaciones que sentimos que no podemos controlar. El estrés es un instinto natural y puede surgir cuando sentimos que algo se nos sale de control y que el mundo entero conspira en nuestra contra. El estrés financiero es un tema común y cotidiano, pues invade la vida y obra de personas y trabajadores de toda índole, pero podemos aprender a reconocer sus patrones para que sus efectos no sean tan devastadores.
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