NUEVE HÁBITOS QUE TE HARÁN RICO
La diferencia entre una vida de constantes presiones financieras y una llena de prosperidad está en “los pequeños grandes hábitos” que tenemos con el dinero.
¿Cuánto dinero vas a ganar en tu vida? ¿Cuántos años vas a trabajar? Muchas personas ganan más de un millón de pesos a lo largo de su existencia; sin embargo, muy pocos se convierten en verdaderos millonarios.
Entonces, ¿qué hace la diferencia entre ser rico o pobre? ¡La forma en que manejas el dinero que te llega!
¿Qué cambios debes hacer en tu vida que puedan llevarte a la bonanza económica?
Antes que nada, aprender a hacerte rico.
Esto requiere mucha disciplina. Ahorrar, por ejemplo, es un hábito que depende del estilo de vida, de la personalidad y de los objetivos de cada persona. Las estrategias de algunos quizá no funcionen para otros. Tú debes descubrir tus propias costumbres financieras, y adecuarlas dependiendo de tus netas personales.
Pero, ¿cuáles son esos hábitos que aplican todas las personas que han logrado construir una riqueza con poco dinero, incluso con bajo salario?
- “Resetea” tu forma de pensar. Para construir tu riqueza, ¡cambia tu forma de pensar! Destina una parte de tu sueldo para cumplir objetivos financieros. Muchas personas gastan dinero, pagan sus cuentas y guardan lo que les sobra. Pero debe ser todo lo contrario: primero guarda dinero para tus objetivos financieros, como pagar las cuentas, y después considera en qué gastar (o mejor, también guardar) el dinero restante.
- Cuanto más ganes, gasta menos. No ahorres demasiado: economiza. Ahorra una porción de tu salario. No subestimes el poder de empezar poco a poco. Tus objetivos financieros más importantes: emprender un negocio propio o invertir para conseguir ingresos pasivos a largo plazo, deben ser tu compromiso más importante.
- Visualiza hasta dónde quieres llegar. Debes saber lo que deseas que el dinero haga por ti. Esto te dará mayores probabilidades de alcanzar tus objetivos. A fin de “ahorrar para el futuro”, elabora un plan con metas específicas, para cumplirlas en un tiempo específico. Por ejemplo, ahorrar el equivalente a seis meses de trabajo para casos de emergencia, o lo suficiente para un gran evento (la cuota inicial de tu vivienda, digamos).
- Crea tus propios trucos mentales. No gastes más de, por decir algo, $3000 en un producto o servicio que no sea esencial para tu vida. Esto significa crear reglas que funcionen exclusivamente para ti: no gastar más de $100 en una comida, $1000 en ropa, $1500 en un celular, etc., simplifica bastante las decisiones de cada día y puedes desarrollar buenos hábitos económicos.
- Vive como si fueras un millonario en secreto. Los verdaderos millonarios no malgastan su dinero. Economizan más de lo que gastan. La mayor parte de su riqueza proviene del trabajo inteligente y el ahorro de muchos emprendedores.
- Sabe siempre cuánto dinero entra y sale de tu flujo de efectivo. ¿Cuánto has depositado mensualmente en tu cuenta bancaria? Si no lo sabes, ¿cuánto puedes destinar a cumplir tus metas financieras? Conoce tus gastos para controlarlos. El conocimiento, la información, es el primer paso para un cambio duradero y evitar el fracaso y las pérdidas. ¿Cuánto gastas en tus comidas en restaurantes y en salidas sociales? ¿Cómo puedes cambiarlo? Sé el gerente financiero del dinero que entra a tus fondos.
- Haz lo posible para salir de todas tus deudas. Todos hemos tenido (o tenemos) deudas, pero las “malas”, como las tarjetas de crédito, te “comen” con sus altas tasas de interés. Haz tu prioridad número uno salir de ellas y cambia ese mal hábito de adquirirlas. Claro, luego de pagar todas tus deudas, conserva sólo una tarjeta de crédito y llega a un acuerdo contigo mismo, o con alguien más, importante para ti, de utilizarla únicamente en momentos de emergencia.
- ¡Aumenta tus ingresos! No hay más que dos formas para que tu dinero crezca: aumenta tu ahorro o gasta menos. Diversifica tus fuentes de ingresos: un trabajo de medio tiempo, haciendo algo que te apasiona, busca opciones de inversión (con la ayuda de profesionales) o alguna otra manera de generar ingresos aparte de la fuente principal. La pensión y el retiro deben llegar a tu vida desde varios lugares y no solamente de tu salario mínimo; por ejemplo, ingresos por rentas, trabajos de medio tiempo, activos o pensión, entre otras formas.
- Considera educarte constantemente o consultar a un experto. Es muy rentable educarse o buscar el consejo de un experto financiero para llevar un registro de tus metas y, más importante, conservar una visión a largo plazo. Nunca se toman buenas decisiones con base en la emoción, por lo que un experto o asesor pueden brindarte una visión objetiva y responsable de tus finanzas, algo que tú solo quizá no puedas lograr. Hoy puedes hallar mucho material de educación financiera en internet.
¿Ser rico con el salario mínimo? ¡Por supuesto que es posible! Todo depende de tu capacidad mental para convertir tus malos hábitos en estrategias que te lleven a la abundancia.