Los efectos de la incertidumbre
La incertidumbre nos incita a actuar de manera irracional. Las crisis nos alientan a tomar decisiones impulsivas. La oferta y la demanda se ven afectadas por las miradas externas y las finanzas personales de los ciudadanos comunes sufren un fuerte impacto. Cuando no sabemos qué sucederá, actuamos sin inteligencia financiera y tendemos a olvidar todos aquellos aprendizajes que hemos adquirido a lo largo de la vida.
Las crisis económicas marcan una diferencia en nuestro vivir cotidiano, por lo que es esencial ir construyendo bases sólidas a lo largo del camino. Las crisis económicas tienden a llegar de manera inesperada, aunque a veces dan algunas señales previas. Las crisis económicas aparecen y nuestro esquema de finanzas personales se ve impactado. La dimensión del impacto depende, en gran medida, de nuestra planificación previa.
Los seres humanos tendemos a reaccionar de manera desproporcional ante una situación conflictiva. Los seres humanos buscamos control sobre nuestra vida, agarrándonos de lo que podamos con tal de mantener estable nuestra situación económica. Los seres humanos tendemos a tomar decisiones desorbitantes, especialmente cuando queremos aprovechar cada oportunidad que se nos cruza en el camino.
La importancia de tener nuestras finanzas personales en orden es cada vez más notoria. Tener control sobre nuestras finanzas personales incluye armar un presupuesto realista y ajustarlo en momentos de crisis. Incluye administrar nuestro capital de tal manera que no tengamos que vivir al día y logremos hacer frente a situaciones inesperadas sin precipitarnos. Incluye tener un panorama claro sobre nuestros recursos y tener cierto capital reservado para emergencias.
Las crisis aparecen y los seres humanos tendemos a realizar compras de pánico. Las compras de pánico no conllevan a nada bueno, pues el impacto aumenta en la medida en que tomamos medidas sin pensar. Las compras de pánico generan escasez de productos, incitan a un incremento en los precios y nos impulsan a realizar gastos innecesarios.
La incertidumbre nos incita a tomar malas decisiones, pero si llevamos un control sobre nuestras finanzas personales y mantenemos nuestros números en orden, el esquema cambia radicalmente cuando aparecen situaciones imprevistas.