Lo que nos espera

Las cosas no se resuelven de la noche a la mañana. Las implicaciones económicas, políticas, sociales y sanitarias del Covid-19 son sumamente complejas. El panorama a corto plazo pinta turbulento y las próximas semanas serán una pieza clave para hacer un pronóstico más realista. 

En un inicio, la crisis sanitaria era la única prioridad, ahora se ha traducido en riesgos económicos inminentes. Los efectos económicos que trajo la pandemia del Covid-19 son inmedibles. Es una realidad que nuestro país ya venía con una ligera crisis económica, la cual se acentuó con el surgimiento de la pandemia. Es una realidad que la situación del país ya era compleja en términos políticos y la pandemia resaltó el conflicto. 

Nuestro país no parece estar preparado para hacer frente a una crisis de esta magnitud. La crisis sanitaria aumenta día a día, aunque no conocemos las cifras reales. La curva de contagios está en su máximo auge y no parece irse aplanando. La crisis económica es inminente y la recesión que nos espera comenzará a corto plazo. 

Los analistas expertos pronostican una caída profunda con un ligero crecimiento durante el próximo año. Los analistas expertos pronostican una recesión grave, pero no conocen la magnitud ni la duración que tendrá. El daño económico que ha causado la pandemia del Covid-19 es evidente. Los especialistas coinciden en que el PIB irá en picada, en que la población económicamente activa disminuirá y en que el desempleo incrementará. Concuerdan también en que muchos negocios cerrarán sus puertas de manera definitiva, en que muchas personas seguirán perdiendo sus empleos. La reactivación de actividades ayudará a mitigar los efectos económicos, pero no será una solución permanente.

Los especialistas prevén meses sumamente complejos en términos económicos. La economía no puede permanecer en pausa indefinida y las actividades laborales deberán reestablecer sus actividades tarde o temprano, pues, de lo contrario, las implicaciones económicas a largo plazo serán monumentales.