Lo que hacemos con nuestro capital
El ahorro es fundamental y todos deberíamos estar conscientes de ello. El ahorro debería ser parte natural de la vida, parte de una materia en el colegio, parte de las enseñanzas de los juegos infantiles. El ahorro debería infiltrarse en nuestro entorno, en las actividades recreativas, en los escenarios lúdicos. El ahorro debería formar parte de nuestro ser, de nuestros aprendizajes cotidianos y de nuestro día a día. Si queremos ser y formar adultos responsables, con cultura financiera, debemos aprender e inculcar el hábito desde tempranas edades.
Todos sabemos que dos de los elementos más importantes dentro de la cultura financiera son el ahorro y las inversiones. Una sin la otra no tiene sentido, pues parte natural de la vida es ahorro y el paso natural a seguir son las inversiones. Una vez instaurado el hábito del ahorro, es fundamental invertir, pues, de lo contrario, sería casi como no tener ahorros. Tan importante es ahorrar como saber dónde guardar nuestro capital. Los esquemas tradicionales de ahorro no surten efectos positivos, pues guardar nuestro capital en una alcancía o en un escondite secreto no aporta nada.
Ahora bien, lo importante no solo es aprender a ahorrar y recortar gastos a través de una vida frugal, sino saber administrar nuestro capital de manera adecuada, saber planificar, tener un presupuesto claro y contar con dedicación, constancia, paciencia y autodisciplina. Lo importante es lo que hacemos con nuestro capital una vez que lo logramos ahorrar. La respuesta es invertir.
Las inversiones conllevan a grandes beneficios a largo plazo. El invertir previene que nuestro capital pierda su valor con el tiempo y permite que se multiplique, generando mejores retornos y rendimientos. En fin, el ahorro y las inversiones van de la mano. La decisión más inteligente que podemos hacer en términos de nuestras finanzas personales es mantenerlas en orden y sacando el mayor provecho de ellas. Nuestro ser en el futuro lo agradecerá, pues lograremos una estabilidad económica, una libertad financiera y una mejor calidad de vida.