Las predicciones del FMI
El Fondo Monetario Internacional (FMI) pronostica que la pandemia del coronavirus desembocará en una de las crisis económicas más graves de la historia. La última vez que hubo un suceso de esta magnitud fue hace varias décadas, durante la Gran Depresión. El FMI prevé que el efecto se dará en ciento setenta países, los cuales sufrirán una reducción de los ingresos de sus habitantes, de manera considerable, al concluir el año en curso.
El panorama es incierto, pero no hay duda de que el crecimiento económico global será negativo. Hace unos meses, el esquema era otro, pues se veía un crecimiento positivo del ingreso per cápita en ciento sesenta países miembros del FMI. El Covid-19 está alterando el orden social y económico de una manera inimaginable. No existe una respuesta acertada ni una solución viable puesto que están en juego muchos factores. Uno de los factores más importantes es la duración de la pandemia; el otro es la profundidad. Nadie sabe qué esperar. Si las cosas siguen su curso y comienza a reactivarse la economía en las próximas semanas, quizá se logre una recuperación parcial durante el siguiente año. Las secuelas serán inevitables, pero la magnitud de ellas es un elemento en cuestión.
Cada país actúa en torno a sus requerimientos personales, pero muchos están pidiendo apoyo financiero. Evidentemente muchas regiones no están preparadas para hacer frente a una situación como esta. Para algunos, la prioridad es la salud y todo lo relacionado con ella. Para otros, la parte fiscal y económica. La realidad es que ambas son sumamente importantes, y, si de prioridades se trata, ambos sectores deberían navegar sobre la misma línea.
Este año ha traído consigo circunstancias complejas y parte de la solución depende de las políticas que se adopten a corto plazo. Las medidas serán a discreción de cada país, sin embargo, la directora del FMI busca que se sigan las medidas de contención, se respalden los sistemas de salud y se proteja tanto a la población como a las empresas con medidas fiscales. Por otra parte, sugiere una menor rigidez en el sistema financiero, que se eviten contagios y se construyan estrategias de recuperación. Suena complejo, pero, logrando esto, aparentemente se conseguirá recuperar la economía mundial de manera paulatina. ¿Qué estamos esperando?