La responsabilidad es nuestra

La responsabilidad es nuestra

Los gastos hormiga se cuelan por nuestros bolsillos, convirtiéndose en un gran dolor de cabeza. Los gastos innecesarios son parte del día a día y muchas veces no los tomamos en cuenta. Los gastos inocentes, que parecen imperceptibles, suelen convertirse en una carga a futuro. Centavo a centavo vamos sumando grandes cantidades de dinero que podríamos haber ahorrado. Aprender a administrar nuestros recursos con inteligencia financiera es esencial para no caer en un círculo vicioso. 

Gastar con consciencia nos ofrece grandes beneficios. Gastar con consciencia nos permite consumir responsablemente. Gastar con consciencia implica tomar decisiones económicamente responsables, tanto con nosotros mismos como con nuestro entorno y nuestra sociedad. 

Para convertirnos en consumidores conscientes, es fundamental anotar nuestros ingresos, egresos y gastos de manera detallada. Ser consumidores conscientes implica adquirir bienes y servicios que realmente necesitamos. Consumir responsablemente implica aprender de nuestros errores tomando en cuenta nuestras necesidades, nuestras posibilidades y nuestros hábitos de consumo. 

Comprar por comprar no tiene sentido, pues nos conllevará a grandes tropezones a largo plazo. Analizar y comparar antes de comprar nos convierte en consumidores responsables y nos incita a gastar de manera inteligente. Comprar productos nacionales contribuye tanto a nuestras finanzas personales como a fortalecer la economía de nuestro país. Al consumir productos locales, apoyamos nuestra economía familiar y logramos que los trabajadores mexicanos conserven sus empleos. 

Nuestra responsabilidad al comprar no es solamente con nuestras finanzas personales, sino con nuestro entorno y con nuestra sociedad. Nuestra responsabilidad como consumidores tiene que ver con elegir productos que no contribuyan al deterioro ambiental y con fortalecer la economía de los pequeños fabricantes que sean socialmente responsables y que trabajen a partir de prácticas laborales éticas.

Gastar con inteligencia financiera implica aprender a hacer una pausa antes de comprar. Gastar con inteligencia financiera nos permitirá ahorrar, invertir y aumentar nuestra calidad de vida considerablemente.