La realidad sobre la industria cervecera
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo social anunció que los productores de cebada de los diversos estados del país consumaron un acuerdo con las empresas cerveceras con el fin de comprar cientos de miles de toneladas de cultivo. De nuevo, el Covid-19 fue un invitado durante la negociación y logró infiltrar incertidumbre en relación a la siembra del cultivo y al costo de la cosecha.
En medio de la contingencia producida por la pandemia del coronavirus, las negociaciones no se detienen. El acuerdo en cuestión beneficiará económicamente a las regiones del país que se encargan de la producción de cebada. Logrará también garantizar el flujo económico en las zonas rurales. Esta industria es sumamente importante para los productores mexicanos, por lo que se pide no frenar las negociaciones ni las provisiones. Evidentemente las actividades disminuirán drásticamente, pues es fundamental cumplir con los parámetros de distanciamiento social estipulados. Sin embargo, en este sector, una suspensión total de operaciones no es viable.
De un día a otro se suspendieron operaciones debido a la contingencia sanitaria. Días previos a esta negociación, se permitió la reactivación de actividades en el sector. La industria cervecera obtuvo un permiso para no suspender sus actividades cotidianas y continuar con la producción y distribución de cerveza. Al parecer no todo es como parece, pues el Subsecretario de Salud advierte que la industria cervecera no tiene permiso de reactivar sus operaciones. Las noticias corren y cambian de un instante a otro. Más incertidumbre aún.
El proceso de contratación comercial de cebada maltera y forrajera, a cargo de la Sader, es de gran beneficio para las familias productoras. Este proceso apoya tanto a empleos directos como a empleos indirectos. Este proceso ayuda significativamente a pequeños productores, comerciantes y trabajadores de la industria cervecera. De paso, se ven beneficiados los consumidores mexicanos, especialmente en circunstancias como las que vivimos en la actualidad. ¿Cuál será la versión correcta?