La delgada línea entre el ahorro y la inversión
El ahorro y las inversiones son dos conceptos que comúnmente escuchamos dentro de la misma conversación, sin embargo, tienen características completamente distintas. Hay una gran diferencia entre ahorrar e invertir a pesar de que son dos elementos que trabajan en conjunto. La delgada línea que marca la diferencia entre el ahorro y las inversiones tiene que ver con la variable tiempo. Si la persona busca capital a corto plazo, debería enfilarse al ahorro. Si la persona busca ver crecer su capital y tiene el tiempo disponible, lo ideal es invertir.
En términos simples, el ahorro es una forma de preservar el capital a corto plazo. El ahorro es una manera de tener capital accesible en cualquier momento, con cierta garantía y sin cargos al momento de recibirlo. El capital ahorrado en una cuenta de ahorro se encuentra bajo estrictos parámetros de seguridad, y la posibilidad de perderlo es sumamente baja. Dentro del mundo de las finanzas personales, siempre es importante tener claras nuestras metas. Los objetivos financieros serán distintos para cada individuo, así que es importante tener claras nuestras prioridades. Quizá el primer gran paso del ahorro sea destinar un porcentaje a crear un fondo para emergencias, pues el mundo es incierto y es imposible predecir el futuro.
Una vez teniendo un ahorro sólido, es hora de brincar al siguiente nivel: las inversiones. Las inversiones son un instrumento financiero que funciona a largo plazo. Toda inversión trae inmerso cierto índice de volatilidad y riesgo, pues invertir en mercados financieros implica cierta incertidumbre de que el capital pueda sufrir una depreciación. Las inversiones toman tiempo y no se construyen en un abrir y cerrar de ojos. Al final del camino, la paciencia va a surtir efecto y va a haber valido la pena.
Cada individuo es un mundo y sus prioridades, posibilidades y necesidades son distintas. Algunos deciden invertir para su jubilación, otros optan por invertir en su propia educación, otros más prefieren invertir solo por el hecho de generar retornos y rendimientos. En fin, cada persona tiene sus pies bien puestos sobre la tierra y conoce sus pasos.
Antes de realizar cualquier inversión, es elemental conocer nuestra tolerancia al riesgo, nuestro horizonte de tiempo y nuestra situación financiera a nivel personal. Hay un sinfín de productos de inversión; cada sujeto decidirá invertir su capital en aquello que más le haga sentido. Dentro del mundo de las inversiones las alternativas son infinitas, desde acciones individuales, bonos individuales, fondos mutuos, ETFs, Forex… En fin, las opciones son innumerables. La idea es encontrar rentabilidad por el capital ahorrado, así que es fundamental hacer un análisis exhaustivo y una comparación detallada de opciones de ahorro e inversión.