Invirtiendo en bienes reales y bienes inmobiliarios

Invirtiendo en bienes reales y bienes inmobiliarios

En el mundo de las inversiones hay un sinfín de posibilidades. Las inversiones permiten a las personas hacer uso de su capital y transformarlo de una manera positiva, logrando verlo crecer a largo plazo a través de rendimientos que incrementan su patrimonio. La inversión en bienes reales y los bienes inmobiliarios son una gran alternativa.

Es común que las personas que invierten se hagan preguntas sobre la mejor manera de iniciar en el proceso y los mejores recursos en los cuales invertir. Muchos especialistas sugieren que tanto las inversiones en bienes reales como en aquellas destinadas a bienes inmobiliarios, traen consigo grandes beneficios. Incluir este tipo de bienes en la cartera de inversión personal permite al individuo lograr tres objetivos: reducir los riesgos, aumentar la rentabilidad a largo plazo y mejorar el ratio de Sharpe. 

Para quienes tienen conocimientos específicos en el área, el ratio de Sharpe fue desarrollado por William Sharpe y mide numéricamente la relación entre la rentabilidad y la volatilidad histórica de un fondo de inversión. El resultado se obtiene dividiendo la rentabilidad de un fondo de inversión, menos la tasa de interés sin riesgo, entre la volatilidad de la misma rentabilidad en el mismo periodo. 

Los inversionistas están en una búsqueda constante de diversificar sus inversiones, ya que tienen claro que entre más variadas estén, menor es el riesgo que corren. Poco a poco van construyendo una cartera, una cartera que debe incluir varios factores. Es de suma importancia poner especial atención no solo en la rentabilidad, sino también en los niveles de riesgo y los niveles de volatilidad que maneja determinado activo. La protección ante caídas o pérdidas en el mercado es vital al momento de considerar el terreno en el cual la persona desea invertir. 

En suma, el invertir en bienes reales y en bienes inmobiliarios, permite a la persona diversificar su cartera de inversión, logrando mantenerse estable y protegido ante posibles movimientos en el mercado. En algunos casos incluso logra una defensa ante la inflación.