Invertir

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Las inversiones son una forma fácil de hacer crecer tu dinero. Ahorrar significa guardar dinero para el futuro. La inversión te permite lo mismo, pero genera rentabilidad. Para ello, hay opciones de inversión que se ajusta a cualquier necesidad. Cada vez hay más opciones para invertir poco dinero en mercados donde antes sólo se podía ingresar con inversiones muy altas. Antes de comenzar a invertir, debes tener claros tus objetivos: si son a corto, mediano o largo plazo además de que debes ponderar el costo-beneficio de la inversión. 

Hay muchas opciones para invertir, existen varios tipos de inversión. Entre ellos, es importante conocer la diferencia entre: de renta fija y de renta variable. Las inversiones de renta fija son aquellas que establecen cuanto dinero vas a obtener como rendimiento al comienzo de la inversión, son menos riesgosos que los de renta variable y también menos líquidos que los anteriores, lo que significa que una vez adquieres un producto de este tipo, si quieres recuperar tu dinero antes de tiempo, no recuperarás el monto inicial invertido, sino que a este dependerá del precio al que se encuentre en los mercados secundarios. 

Ejemplos de renta fija son los certificados de la Tesorería de la Federación (Cetes), los bonos de Desarrollo del Gobierno Federal con Tasa de Interés Fija (Bonos), bonos de Desarrollo del Gobierno Federal (Bondes) y Bonos de Desarrollo del Gobierno Federal denominados en Unidades de Inversión (Udibonos). Cada Banco Central de cada país emite diferentes tipos de productos de renta fija. 

Las inversiones de renta variable son aquellas en las que los inversionistas no conocen si el monto invertido aumentará o disminuirá en el tiempo. Esta incertidumbre o riesgo se traduce en mayores rentabilidades (con una correcta gestión) que las que se podrían obtener con la renta fija. También como hemos comentado anteriormente, son mucho más líquidas, es decir en caso de necesitar dinero o querer recuperar el dinero para realizar otras inversiones, es mucho más sencillo que en la renta fija. Además, es uno de los pocos activos que soporta el efecto de la inflación. El ejemplo más claro que existe son las acciones.

También existen otros tipos de inversión con los que podríamos hacer crecer nuestro dinero. Activos como bienes inmuebles, derivados dentro de los que encontramos cuatro tipos diferentes: los contratos a término o “forwards”, contratos de futuros o “futures”, contratos de opciones o “options”, contratos de canje o “swaps”.