INVERTIR… ¿EN ARTE?
Sí. Deberías invertir en arte. ¿Por qué? He aquí cinco poderosas razones por las que deberías considerar esta forma de inversión.
1. Estabilidad y alta rentabilidad con los años. El negocio del arte se ha convertido en un valor-refugio y de alta rentabilidad que atrae a varios de los más grandes millonarios de todo el mundo. Un claro ejemplo es Kenneth Griffin, uno de los magnates de Wall Street, considerado entre los mejores gestores de fondos de inversión. En 2016 protagonizó la compra más cara de la historia: gastó 500 millones de dólares en dos cuadros, concretamente, “Interchange” de Willem De Kooning, y Number 68, de Jackson Pollock. Esta operación fue, en ese año, un referente en el mundo de las finanzas y en el mundo del arte, pues dejó bien en claro que, si uno de los mejores gestores de fondos de inversión de Wall Street invertía estas cantidades en dos únicos cuadros, es porque el arte es un activo que te protege en tiempos de inflación, hiperinflación y volatilidad en las bolsas, pues se trata de un activo que históricamente se mantiene muy estable al paso del tiempo. El arte es una de las pocas cosas que no pierde valor pasando de mano en mano, ni se deprecia con el tiempo, sino que va ganando valor.
2. Ayuda a apalancar las inversiones. A estas alturas, muchos reconocemos el valor de apalancamiento, que no es otra cosa que “mover más con menos”. En otras palabras, adquirir una deuda para comprar un activo que reporta beneficios, en lo que se denomina “deuda buena”. Es decir, para que el banco te preste lo que necesitas para invertir, es necesario que cuentes con un aval. El banco necesita una garantía de que puedes pagar, de que eres solvente. Aparte de las garantías que todos conocemos, como son efectivo, acciones, propiedades, etc., el arte representa un poderoso aval bancario. A esto se le llama pignorar. Básicamente, una pignoración es dejar algo en prenda para garantizar una operación. Así que tener una obra de arte puede facilitarnos mucho las cosas al momento de acceder a líneas de crédito para poder invertir. Sin duda, este es un dato que poca gente conoce.
3. La liquidez ya no es un problema. Los activos financieros tienen tres características, que se simbolizan mediante las letras LRR: liquidez, riesgo y rentabilidad. En términos gráficos, estos conceptos representan un triángulo, el cual debe “fluir” con sentido común para que el activo en el cual estamos invirtiendo sea seguro. Pues bien, es seguro que si quieres invertir en arte, te asaltan dudas en torno a la liquidez, que no es otra cosa que la facilidad de un activo para convertirse en dinero, la facilidad que tenemos para vender dicho activo. Evidentemente, el mundo del arte es mucho más reducido que el de las acciones o el de los bienes raíces. Pero mediante internet y los diferentes portales de compra-venta, o diferentes portales de subastas, vender o comprar una obra de arte ya no es ningún problema. Por ejemplo, un inversionista de China puede comprar por internet una obra de arte en España. La inversión en arte ha cambiado mucho y se ha adaptado a las nuevas tecnologías. Y si necesitas vender una obra de arte para obtener capital, puedes hacerlo por Internet de manera rápida y segura.
4. Interesantes beneficios y ventajas fiscales. Otro dato que muy pocas personas conocen es la posibilidad de pagar a Hacienda, al fisco, con obras de arte. Esto se denomina como pagar impuestos en especie. El arte, como medio de pago de deudas fiscales, es admitido en la mayoría de los países. Esta operación tiene una ventaja muy clara, y es que nos evitamos pagar impuestos por la revalorización de la obra. Directamente la entregamos a la Hacienda de nuestro país. Otro dato importante es que en varios países se otorgan bonificaciones especiales en el impuesto de sucesión y donación para las obras de arte. Heredar cuesta dinero, porque tienes que pagar impuestos, ya sean propiedades, acciones, todo lo que se te ocurra, pero en el caso de las obras de arte, hay bonificaciones especiales. Y algo más: las obras de arte están sujetas a un tipo de IVA reducido. El IVA es un impuesto sobre el valor agregado y se grava a todo lo que compramos. En algunas naciones de Europa el IVA es de 21%, pero a las obras de arte se aplica un IVA reducido de 10%. Sin duda, invertir en arte tiene buenas ventajas fiscales, que no obtendremos con otro tipo de activos financieros.
5. Puedes invertir de diversas formas. Si quieres invertir en arte, puedes hacerlo de tres maneras distintas.
La primera te sorprenderá, porque puedes invertir en arte por medio de la Bolsa de Valores.
La segunda comprende a los fondos de inversión especializados en arte.
La tercera es la tradicional, es decir, comprando tú mismo las obras de arte físicas.
Si quieres invertir en arte por medio de la Bolsa de Valores, debes localizar aquellas empresas que realizan actividades en el mundo del arte y que cotizan en la bolsa. Por ejemplo, Sotheby’s, una casa de subastas fundada en 1744. Hablamos de una empresa con más de 250 años de edad y sóloda experiencia. Y en la actualidad, tenemos a Artprice, una base de datos online sobre precios de obras de arte y que sirve como referente a la hora de catalogar obras de diferentes artistas.
¿Qué ventajas obtienes al invertir en arte por medio de la bolsa de valores? Sobre todo, la liquidez, junto con el precio. La principal desventaja es que, al ser acciones y tratarse de empresas, no obtienes los mismos beneficios de una obra de arte en sí. Así, en épocas de volatilidad o de crisis, no tienes tanta protección como con una obra de arte tradicional.
En el caso de los fondos de inversión, el mejor ejemplo es el Sindicato de Trabajadores del Ferrocarril del Reino Unido, que en 1974 destinó 3.4 millones de libras esterlinas para comprar 2000 objetos de arte, es decir, el 29% de su capital, y el resultado fue que en 1988 obtuvieron un beneficio de 35 millones de libras esterlinas de ganancia, más de diez veces lo invertido.
¿Cómo funciona un fondo de inversión de obras de arte? No dista mucho de un fondo de inversión tradicional, pero en lugar de comprar acciones, se adquieren antigüedades. Lógicamente, lo que se busca con este tipo de fondos son las ganancias a muy largo plazo. La ventaja más clara de este vehículo de inversión es que pones la venta y la compra de obras de arte en manos de profesionales. Sin duda se trata de una buena alternativa para diversificar sus inversiones.
Respecto a la forma clásica de comprar antigüedades, es decir, adquirir obras de arte físicas, a la hora de invertir en arte puedes comprar joyas, muebles, esculturas, fotografías, manuscritos. Las posibilidades son infinitas. Pero si lo que buscas es la inversión más popular, se trata de pinturas, cuadros. El arte no es muy distinto de otro tipo de activos, como las acciones, ya que puedes graficar el precio de todas y cada una de estas obras de arte. Únicamente debes aprender a reconocer las escuelas pictóricas más buscadas. Por ejemplo, y contrario a lo que muchos pensaríamos, no son los maestros antiguos, ni el arte del siglo XIX, o el de la posguerra, la escuela que ha adquirido mayor valorización, sino el arte contemporáneo. Por tanto, es ésta la que mayor rentabilidad puede ofrecerte en el corto plazo. Así, pues, los maestros antiguos y el arte del siglo XIX no sufren estas “vidas” volátiles y se mantienen más estables a lo largo del tiempo. De tal modo, si lo que quieres es precisamente alta rentabilidad, la mejor estrategia sería buscar cuadros de artistas jóvenes, quienes, aunque tengan poco recorrido en el mundo del arte, ya posean también cierta experiencia. En otras palabras, compras sus obras a bajo precio y, si el día de mañana llegan a ser pintores famosos, sus obras seguramente se revalorizarán mucho.
Si, por otro lado, lo que buscas es proteger tu dinero, tu patrimonio contra la inflación, la volatilidad de los mercados, debes buscar obras de artistas más clásicos y nombres más consagrados.
Por tanto, puedes aplicar técnicas de Bolsa y combinar diferentes estilos, distintas escuelas, para combinar diferentes rentabilidades y obtener un promedio de beneficios.
Hay una ventaja más que clara al momento de comprar arte: un cuadro nunca vale menos que cero. Esto significa que, si compras bonos o acciones de una empresa, y esta quiebra, esas acciones y bonos pierden su valor. Sin embargo, el precio de una obra de arte podrá subir o bajar, pero siempre va a conservar algo de su valor.
El mundo del arte, al ser un activo financiero, también es sensible a sufrir “burbujas financieras”, esto es, la percepción de lo que es una obra de arte, o no, depende del observador y de lo que la mayoría de los críticos especializados y reconocidos opinen de ella. Quizá para ti una determinada pieza artística no valga en la realidad lo que alguien pague por ella, pero, si la opinión de la mayoría así la define, conviene más seguirla que ir contra ella. Seguramente esto te dará buenos dividendos.