Tarde o temprano llegaremos
Somos seres humanos y tenemos distintos niveles de consciencia. En ocasiones actuamos en piloto automático, mientras que en otras analizamos el panorama detalladamente. A veces evaluamos nuestro entorno financiero y tomamos en cuenta elementos inimaginables, mientras que en otras dejamos la conciencia a un lado y actuamos de manera impulsiva.
Nuestras finanzas personales están atadas a nuestras emociones y nuestros pensamientos van caminando a la par. Gozar de una buena salud financiera implica estar informados, mantenernos actualizados y adaptar nuestros nuevos aprendizajes a nuestro vivir cotidiano. Mantener estabilidad en nuestras finanzas personales radica en elegir con certeza para conseguir un equilibrio y resolver nuestros dilemas financieros de raíz.
Cuando de finanzas personales se trata, muchas veces nos dejamos llevar y pensamos que podremos resolver nuestra vida financiera en un abrir y cerrar de ojos. En ocasiones nos comparamos, intentamos implementar soluciones ajenas y pretendemos que tenemos todo bajo control. A veces evadimos nuestra situación económica, no tomamos en cuenta nuestras necesidades y posibilidades individuales y hacemos uso de estrategias financieras que no tienen que ver con nuestra realidad.
Para alcanzar el éxito financiero y encaminarnos hacia la independencia económica, es esencial que invirtamos en educación financiera, que nos empapemos de conocimientos y que adoptemos hábitos financieros sanos. Es vital que logremos vencer nuestra tendencia irracional, que conozcamos los recovecos más profundos de nuestra psicología interna y que incorporemos estrategias financieras que vayan acordes con nuestro mundo interno.
Si queremos tener una mejor calidad de vida, es indispensable que construyamos un plan buen de acción que vaya acorde con nuestro estilo de vida. Es vital que nuestro plan sea congruente con nuestra realidad, suficientemente sólido para sostenernos y suficientemente flexible para mantenernos holgados. Es fundamental que tengamos espacio para ir haciendo ajustes sobre la marcha, que revisemos nuestros movimientos financieros con frecuencia, que mantengamos nuestros niveles de auto disciplina al margen y que tengamos paciencia, pues un mejor futuro financiero nos espera y tarde o temprano llegaremos.