Sin auto engaño
Nuestra salud mental, nuestra salud física y nuestra salud financiera están íntimamente relacionadas y una suele tener efecto sobre otra. Cuando nuestras finanzas personales están bajo control, solemos tener armonía, pero cuando nuestra mente nos juega chueco, todo puede salirse de control.
La mente humana es sumamente poderosa, por lo que adoptar la mentalidad adecuada y conseguir una actitud positiva hacia nuestras finanzas personales hace una gran diferencia en la manera en que vemos nuestro panorama. La mente humana tiene una gran influencia sobre nuestra situación económica, sobre nuestra salud física y sobre nuestra calidad de vida, por lo que es fundamental que aprendamos a percibir la vida con optimismo y ver la realidad con lentes positivos.
Existen infinidad de trampas psicológicas que no conocemos y que pueden tener un impacto real sobre nuestra situación económica. Conocer estos pequeños trucos pueden ayudarnos a elegir cuales queremos tornar a nuestro favor y cuales deseamos eliminar por completo. Entender la manera en que opera nuestra mente es vital, pues, de lo contrario, podríamos hundirnos en nuestros propios pensamientos y los costos sobre nuestras finanzas personales podrían ser monumentales.
Es elemental que entendamos que todo es relativo y que lo que funciona a una persona no necesariamente es de beneficio para otra. Es esencial que tomemos en cuenta que a veces solemos cegarnos e intentamos tapar el sol con un dedo, pero pensar así en términos financieros podría traernos consecuencias catastróficas, pues no entender la raíz de nuestro desorden financiero podría costarnos caro. Es crucial que pongamos especial atención a nuestros errores financieros pasados y presentes para que la historia no se repita.
No nos auto engañemos. No intentemos resolver nuestros conflictos financieros por encimita. No busquemos la manera de convencernos de aquello que no existe, pues podríamos llevarnos a nuestras finanzas personales de corbata. Aprendamos de otros, pero no intentemos copiarles, pues cada ser humano es un universo y la singularidad es lo que nos hace únicos.