Siempre hay baches
Por más que intentemos mantener nuestras finanzas personales bajo control, siempre puede haber algún elemento fuera de su lugar. Por más que pongamos especial atención a nuestros ingresos y gastos, seamos organizados y contemos con auto disciplina, siempre pueden surgir factores ajenos a nosotros que intenten tambalear nuestra vida financiera.
Hay deudas buenas y deudas malas, pero a fin de cuentas son deudas. Los endeudamientos se van acumulando y pueden tener un impacto sin previo aviso, por lo que es fundamental que estemos al tanto de nuestro capital y sepamos exactamente cuándo debemos, cuánto pagamos y qué porcentaje de nuestros ingresos va directamente hacia la liquidación de nuestras deudas.
Todos podemos toparnos con un conflicto financiero de pronto. Todos podemos bajar la guardia y perder de vista pequeños detalles. Todos podemos enfrentarnos con una realidad que no nos llena del todo, pero siempre hay maneras de revertir la situación y de volver a encaminar nuestras finanzas personales por vías más sanas.
A todos nos ha pasado y quizá muchos hemos sentido que estamos bajo el agua sin poder respirar. Cuando la tormenta nos cae encima, lo primero que debemos hacer es reconocer que estamos sumergidos en ella para tomar decisiones acertadas y poder salir del problema.
Liquidar nuestras deudas podría parecer aterrador, pues muchas veces no sabemos ni por donde empezar. La realidad es que salir de nuestras deudas no es tan complejo, pero debemos estar dispuestos a seguir una serie de pasos.
Lo primero que debemos hacer es tener claro el dilema, analizar nuestra situación económica y evaluar nuestras posibilidades. Una vez que tengamos todas las cartas sobre la mesa, podremos definir nuestro recorrido y dar pasos seguros para evitar volver a caer en un endeudamiento.
Quienes aparentan mantener sus finanzas personales bajo control generalmente tienen un orden global en sus vidas. Estas personas tienden a pagar más del mínimo o liquidan sus deudas con otro crédito. Estos individuos no hacen un uso excesivo de sus tarjetas de crédito, recortan sus gastos y eliminan sus compras innecesarias. Estos seres humanos buscan refinanciar sus deudas y mantener su vida financiera estable.
En fin. Siempre hay elementos que pueden salirse de nuestras manos. Lo importante es aprender de nuestros errores y utilizar estrategias distintas a futuro.