Punto medio

Punto medio

La vida suele ser incierta y por más que planifiquemos, siempre pueden surgir imprevistos, pero nuestras finanzas personales no tienen porque sufrir las consecuencias si aprendemos a gestionar nuestro capital de manera adecuada. La vida gira, nuestros días cambian y el entorno nos permite conocer realidades distintas. El universo financiero nos ofrece nuevas oportunidades cotidianamente, por lo que debemos educarnos financieramente para elegir con mayor certeza. 

No se trata de vivir una vida llena de sacrificios a cambio de un mejor futuro. Tampoco se trata de alocarnos, disfrutar al máximo del presente y tener una peor calidad de vida a largo plazo. La idea es disfrutar del presente tomando en cuenta el futuro. Es importante que encontremos un balance en nuestras finanzas, que tomemos en cuenta nuestras experiencias de vida y que incorporemos nuevos aprendizajes sobre la marcha. 

El punto central radica en educarnos financieramente y adquirir las armas necesarias para combatir al universo financiero y salir triunfantes. Lo esencial es vivir hoy sin descuidar el mañana. La idea es ahorrar poco a poco para no sentir un gran peso sobre nuestros hombros, mientras visualizamos un futuro certero y económicamente estable.

La mente humana es muy poderosa y, aunque seamos organizados y tengamos claras nuestras prioridades financieras, no todo está bajo control. Los seres humanos solemos basarnos en hábitos adquiridos, en patrones de pensamiento y en etiquetas que marcan nuestro día a día. Si buscamos mejorar nuestra salud financiera, es fundamental que desechemos aquello que ya no nos es funcional y que dejemos de pensar en blanco y negro. 

El universo financiero está lleno de tonalidades de gris que solemos pasar por alto, pues la mente humana muchas veces opera en términos de blanco y negro. Los extremos pueden generarnos grandes conflictos a nivel financiero, pues perdemos la oportunidad de ver todas las opciones que hay ante nuestros ojos. 

Alcanzar el éxito financiero tiene que ver con dejar de clasificar de manera tajante, visualizar el centro del espectro que aparece ante nuestros ojos y en ayudar a nuestro cerebro a crear nuevas alternativas cuando no encuentra las que busca.