Sin descuidar el futuro
Cuando somos jóvenes, no tendemos a darle mucha importancia al futuro, pues sentimos que tenemos la vida asegurada y podemos nuestro bienestar al frente de todo. Cuando somos jóvenes, no tendemos a visualizar nuestros pasos a largo plazo, pues pensamos que tenemos todo bajo control y que la vida permanecerá en pausa. Cuando somos jóvenes, tendemos a olvidar las cosas importantes de la vida, pues sentimos que nuestra satisfacción inmediata va primero y que el estrés financiero nunca llegará a nosotros.