Nuevas enseñanzas

Todo comienza en la primera infancia y es ahí en donde debemos situar nuestra mente. Todo inicia con los hábitos que vamos creando desde nuestros primeros pasos y es ahí donde debemos buscar la raíz del problema. Todo inicia con los hábitos financieros que aprendimos desde pequeños y con la manera en que logramos incorporarlos a nuestro ser interno. 

Los grandes exitosos en el terreno financiero fueron forjando su camino y fueron aprendiendo de las experiencias de la vida. Los grandes conocedores invirtieron tiempo y esfuerzo en educarse financieramente y en aplicar sus conocimientos a su propio estilo de vida. Los grandes triunfadores financieros fueron peleando batallas y fueron aprendiendo a hacer uso de las mejores armas, pero todo fue gracias a años de constancia, perseverancia y paciencia y a las semillas que fueron sembradas en sus primeros años de vida. 

Las niñas y los niños de hoy se enfrentan a un gran reto financiero, pero podemos ayudarlos a que el terreno sea más fluido. Nuestros pequeños son el futuro económico de mañana y serán responsables de crear una sociedad más estable. Nuestros chiquitos crecerán y se convertirán en ciudadanos responsables de la economía, por lo que es fundamental que les inculquemos bases sólidas y una educación financiera adecuada. 

Los aprendizajes se adquieren en el día a día y nuestros hijos adquieren información del ambiente que los rodea. Las experiencias van marcando su camino y sus cerebros funcionan como pequeñas esponjitas que van absorbiendo el entorno. Los padres de familia tenemos una gran responsabilidad, pues debemos dejar que aprendan a través de nuestro vivir cotidiano, que nos ayuden con las finanzas familiares y que estén presentes en nuestros movimientos financieros diarios. 

Debemos enseñarles cómo ahorramos, cómo invertimos y como tomamos decisiones financieras. Debemos mostrarles que podemos tener una actitud positiva y una buena relación con nuestro capital para que, cuando crezcan, consigan una vida con salud financiera. A través del juego, debemos enseñarles a ahorrar y a invertir, debemos ayudarlos a establecer la diferencia entre lo que quieren y lo que necesitan y debemos mostrarles que la paciencia y la constancia serán sus grandes aliados.