Nuestra realidad económica
No necesitamos ser gurús financieros, conocer el universo de las finanzas personales de pies a cabeza y tener presentes todas las herramientas y estrategias existentes. No necesitamos tener una gran educación financiera, pero sí bases concretas que nos permitan tomar las decisiones adecuadas. No es indispensable vivir pensando en nuestras finanzas personales constantemente, pero sí debemos conocer los principios básicos del mundo financiero para dirigirnos hacia nuestros objetivos.
El dinero nos permite tener una mejor calidad de vida, tener certeza sobre nuestro futuro y caminar sobre un terreno más firme. Tener salud financiera nos ayuda a vivir con menor estrés, planificar a corto, mediano y largo plazo y dirigir nuestra mirada hacia una mejor calidad de vida. Nuestros recursos son importantes, pero es esencial aprender a administrarlos con inteligencia financiera, pues de nada sirve tener dinero si no sabemos gastar y ahorrar.
Los seres humanos tendemos a gastar por gastar, el impulso nos invade y pocas veces logramos detenernos. Buscamos infinidad de estrategias, pero no analizamos nuestra situación económica para elegir el camino adecuado. Pretendemos que nuestras finanzas personales se mantendrán estáticas, que los conflictos financieros no surgirán y que la volatilidad del mundo externo no golpeará nuestra situación económica. Entendemos que la vida da vueltas, pero difícilmente aceptamos la realidad como es y solemos compararnos con nuestros vecinos.
Es esencial aprender a manejar nuestros ingresos, tener control sobre nuestros gastos y dejar a un lado los lujos que no podemos adoptar. Es vital situarnos en nuestra realidad económica presente, tener clara la diferencia entre lo que queremos y lo que necesitamos y no perder balance en nuestras finanzas personales.
No debemos culparnos y aferrarnos al pasado, pero sí debemos aprender de nuestros tropezones y enfrentar al universo financiero con solidez. Debemos implementar las estrategias adecuadas y acercarnos a nuestras metas financieras, siempre teniendo presente nuestra realidad económica.