Nuestra brújula interna

Aprendemos sobre la marcha. Aprendemos a través de nuestras experiencias del día a día. Aprendemos a través de lo que sucede a nuestro alrededor y a través de nuestras emociones. Aprendemos a partir de factores internos y externos. Aprendemos a través de las vivencias de otros. Aprendemos a través de lo que absorbemos de nuestro entorno. Aprendemos a partir de lo que la vida misma nos va enseñando y a través de las subidas y bajadas por las que vamos pasando. Aprendemos a través de las oportunidades que se nos presentan y a partir de los desafíos que aparecen en nuestro camino. De que aprendemos, aprendemos y si logramos internalizar nuestros aprendizajes, nuestra esperanza en el futuro será mejor. 

Nuestro ser interno tiende a verse impactado por el mundo externo, por lo que es esencial aprender a escuchar a nuestra voz interior. Nuestro ser interno nos dicta el camino y nos guía hacia nuestras metas financieras. Nuestro ser interno es una excelente brújula si decidimos poner atención y parar las antenas. Nuestro ser interno nos dicta que una buena educación financiera nos traerá grandes retribuciones. 

Comenzar a ahorrar es parte del camino hacia la salud financiera. Tomar la decisión de invertir parte de nuestros ahorros permitirá que nuestro capital no se quede estancado, no pierda su valor y crezca paulatinamente. Tener un fondo para emergencias nos permitirá hacer frente a los pequeños y grandes cambios de la vida. Aprender a elegir nuestras deudas con mejores estrategias algo de la cual no nos arrepentiremos. Construir un presupuesto realista nos permitirá visualizar el panorama completo y saber exactamente que sucede con nuestros recursos. 

En fin. La vida está llena de incertidumbre y hay mejores momentos que otros. La vida está llena de volatilidad, por lo que es elementar diversificar. No sabemos que nos espera. No sabemos que nos depara el camino. Confiemos en nuestros aprendizajes, escuchemos a nuestra voz interior y sigamos nuestra brújula interna.