No pongas en riesgo tu salud física por una mala salud financiera
La medicina y la investigación científica se han enfocado desde hace muchos años en cómo mejorar las condiciones de vida de la gente y cómo incrementar su salud. Como resultado de muchos de los estudios realizados, hemos aprendido que el estrés es uno de los factores que más contribuyen a la deficiencia en la salud física de las personas.
Una vida con estrés puede generar interrupciones o malfuncionamientos en los procesos naturales del cuerpo como es la regeneración, el descanso y la liberación de toxinas. En fin, todos sabemos que el estrés es de los peores enemigos, siendo también de los más difíciles de evitar. Por esta razón, hablaremos de cómo el estrés financiero es causa de mala salud en gran parte de la población y por qué es importante evitarlo.
El estrés financiero, como su nombre lo indica, es una situación de tensión mental y corporal que se deriva de preocupaciones relacionadas con el dinero, la capacidad de pago y las responsabilidades financieras de las que no es posible escapar en la vida adulta. En la actualidad existen estudios que certifican que más de la mitad de la población encuestada sufre de estrés financiero. Las personas en este estudio afirmaron que la principal fuente de preocupación para ellos es no tener ahorros suficientes, no tener colchón financiero y no poder incurrir en gastos necesario como gastos médicos o emergencias familiares.
El estrés financiero aumenta de acuerdo con algunos factores que pueden o no estar presentes en la vida de los adultos. Uno de ellos es tener responsabilidades con otras personas, por ejemplo, tener hijos que mantener y educar. Por otro lado, las responsabilidades como las deudas pueden generar un estrés muy dañino, si es que no se tiene cómo resolverlas.
Es importante reconocer que, el estrés financiero no es únicamente consecuencia del estilo de vida de los individuos o de sus decisiones relacionadas con el dinero. La población hoy en día enfrenta fuertes retos debido a la interminable crisis financiera y, sobre todo, al terrorismo mediático capitalista que incita a siempre generar más, tener más y consumir más.
Pongamos la salud física, mental y emocional por encima del dinero. Para ello, es recomendable mantener un buen registro de gastos e ingresos, pedir ayuda administrativa a profesionales y tener hábitos de consumo tan saludables como lo deben ser los alimenticios.