Evitemos sobresaltos innecesarios

Evitemos sobresaltos innecesarios

Creemos que conocemos nuestras finanzas personales, pero tendemos a estar equivocados. Creemos que conocemos la manera en que administramos nuestros recursos, pero tendemos a estar equivocados. Creemos que sabemos con exactitud cuánto ganamos, cuánto tenemos y cuánto gastamos, pero tendemos a estar equivocados. Creemos que tenemos control y dominio total sobre nuestras finanzas personales, pero tendemos a estar equivocados. 

Seamos realistas, abramos los ojos y visualicemos nuestra realidad presente y futura. Seamos realistas, abramos los ojos y pongamos nuestras finanzas personales en orden. Seamos realistas, abramos los ojos, cuidemos nuestro capital e implementemos estrategias que permitan que juegue a nuestro favor. Seamos realistas, abramos los ojos, ampliemos nuestros horizontes y hagamos uso de aquellas herramientas y estrategias financieras que mejor se adapten a nuestro estilo de vida. 

Lograr que nuestro dinero rinda es más sencillo de lo que parece, pero debemos comenzar por el principio. Si buscamos mejores métodos para administrar nuestro capital, debemos comenzar por crear hábitos financieros sanos y sumergirnos en una cultura de ahorro. Si buscamos que nuestro dinero crezca y genere retornos atractivos, debemos comenzar por establecer bases sólidas que nos conlleven a inversiones exitosas. Si pretendemos tomar las riendas de nuestra situación económica, debemos tomar al toro por los cuernos y dar pasos hacia la salud financiera. 

Empecemos por el principio y registremos todos nuestros ingresos, egresos y gastos. Empecemos por el principio y reservemos un porcentaje para el ahorro y uno posterior para invertir. Empecemos por el principio e identifiquemos nuestras prioridades, comparemos antes de adquirir y desechemos los pretextos que solamente frenan nuestro proceso. Empecemos por el principio y abandonemos nuestros malos hábitos. Empecemos por el principio y conozcamos nuestras deudas malas para poder salir de ellas. Empecemos por el principio y aprendamos a diversificar para mitigar riesgos. Empecemos por el principio y hagamos limpieza de todo aquello que ya no nos funciona. Empecemos por el principio, pensemos a futuro y eduquémonos financieramente para prevenir sobresaltos innecesarios.